Instagramers infantís: cando os nenos son carne de "like"


Autoría: Alberto Payo
Publicado en http://www.elmundo.es (28-2-2018)

Ben Hampton es nativo digital desde casi la cuna. Con dos años ya consumía numerosos vídeos de YouTube. No se cansaba de ver videoreviews de juguetes. Cuando entró en el colegio pasó a los clips de gamers y youtubers , y no tardó mucho en decir a sus padres que su meta en la vida sería la de convertirse en "un famoso youtuber". Hoy Ben tiene seis años y una legión de seguidores en Instagram. Ahora mismo, más de 758.000, para ser exactos.
En sus fotos se le ve en su día a día llevando diferentes outfits, jugando, haciendo ejercicio y acompañado de otras conocidas estrellas del Social Media. Sus padres se encargan de hacer las instantáneas y subirlas a la plataforma. Comenzaron hace un año. Se dieron cuenta de que las imágenes de sus perfiles en las que aparecía Ben eran muy populares, así que le crearon un perfil propio.
Pese a su notoriedad pública, los padres del instagramer afirman que primero es un niño y en segundo lugar una estrella de las redes sociales.
En España también hay casos similares. La mayoría de estas cuentas están administradas y gestionadas por los propios padres, algunas incluso forman parte de networks, agencias de representación especializadas en marketing de influencers que se encargan de mediar con las marcas y los anunciantes. Nos hemos puesto en contacto con algunas de estas agencias, pero se han negado a participar en este reportaje. Varias, sencillamente, han dejado de dar señales de vida pese a prometernos poder hablar con los padres gestores de los perfiles. Otras no han querido prestarse como fuentes porque no hacíamos ningún pago de por medio y no contratábamos una 'acción' con sus representados.
Aunque los instagramers infantiles españoles no tienen tantos seguidores como Ben, sí que llegan a acumular decenas de miles de followers. Las marcas se los rifan porque saben que son prescriptores para chavales a través de la aplicación de foto y vídeo.

¿Perjudicial o beneficioso?

¿Pero cómo puede afectar a los niños esta exposición tan temprana a las redes sociales y a la fama 2.0? ¿Puede ayudarles a desenvolverse en el mercado laboral en el futuro? ¿Les permite aprender nuevas capacidades? ¿Cuenta con algún otro beneficio?
Marialy Guedez es psicóloga clínica y responsable de asistencia familiar, con una experiencia en el trato a niños de más de cuatro años. La terapeuta desaconseja completamente iniciar a niños en edades tan tempranas a plataformas como Instagram y enfrentarlos a los comentarios públicos. "Es completamente perjudicial exponer a los niños constantemente a la aprobación o crítica de los demás, ya que estoy puede ocasionar en el niño creencias erróneas en cuanto a sus conceptos de autoimagen, autoconcepto, autoestima y egocentrismo. No considero que esto pueda tener algún beneficio para su desarrollo emocional", señala, en entrevista con FCINCO.
Phil González es creador de una red social y comunidad alrededor de Instagram, Instagramers.com. Este especialista en marketing también se muestra crítico con el tema, y alude a estudios sobre redes sociales en los que Instagram era una de las herramientas que peor parada salía en cuanto a sus efectos psicológicos. "Considerada como la red social del buen rollo, un escaparate del 'postureo' donde todo el mundo está feliz, sale bien en las fotos, tiene una novia impresionante, vive experiencias increíbles etc., fomentaría entre los más 'débiles' una tendencia a la frustración", comenta González. "La carrera por los Me gusta y los seguidores alimenta una adicción por conseguir más y mejores números que los demás entre jóvenes y adultos. Números que no serán, desgraciadamente, sinónimos de éxito en los estudios, ni en el desarrollo intelectual del niño", se lamenta.
Para Manuel Moreno, experto en redes sociales y fundador de la web TreceBits, no sólo se trata de algo perjudicial para la salud mental de los chavales, sino ilegal. "Para tener un perfil en una red social en Estados Unidos de forma legal tienes que tener 13 años (en España, 14). Así que este niño no debería tener un perfil. Sí que es cierto que es una práctica comúnmente aceptada y todos conocemos a menores cuyos padres les permiten tener un perfil en las redes sociales, o que lo hacen a escondidas de ellos. Siendo estrictos, es algo que contraviene las normas de uso de la plataforma", señala este periodista y profesor de cursos de Social Media.

Los padres son los responsables.

Los expertos que hemos consultado coinciden en que son los padres los que tienen que mirar por los niños y protegerlos, también en el mundo 2.0. Estos medios requieren una capa adicional de educación y siempre se tienen que poner límites. "Lo principal es que el uso que haga un niño de una red social esté controlado por los padres, que éstos sepan utilizar las plataformas y enseñen a los niños a usarlas con propiedad y a evitar los posibles peligros que suponen", apostilla Moreno. "Sólo mediante la educación de los pequeños y la supervisión de sus cuentas podría aceptarse que éstos estuvieran en una red social... a pesar de no estar cumpliendo con el reglamento de las plataformas, que para esto son ciertamente permisivas", concluye.
Para González, el problema muchas veces reside en los padres que no saben tener los pies en la tierra. Les recomienda "no endiosar al niño, hacerle entender que es un juego, y no caer en la trampa de muchos adultos que quieren hacer de sus hijos lo que no consiguieron ellos, ser famosos o exitosos". El fundador de Instagramers apunta que es bastante frecuente que los padres muestren a sus hijos desde bebés en Instagram y otras redes, y les invita a reflexionar sobre si es bueno mostrar esa faceta de sus vidas. "Si lo desean, mejor sería en una cuenta privada y reservada a los amigos cercanos. Pero para gustos, los colores. Se ve un poco de todo".
Guedez cree que los progenitores deben actuar como "cuidadores responsables de la integridad y el bienestar de sus hijos". En este sentido, opina que pueden velar por ellos conociendo sus cuentas, el estatus de privacidad que tiene el perfil, observando que postean en su tablón e investigando qué tipo de cuentas siguen y quiénes le siguen, ya que "esto es esencial para el resguardo físico - emocional del niño que posee esta Red". Asimismo, la psicóloga clínica aconseja delimitar un horario que no interfiera con sus actividades cotidianas y deberes y, sobre todo, "no permitir que descuiden las otras áreas de la vida y evitar el aislamiento social que supone el sumergirse horas en las redes sociales".
Phil González es más concreto y aporta algunos consejos más detallados para los padres que acepten que sus hijos estén en Instagram. En primer lugar, les recomienda tener las claves de acceso de las cuentas, para poder entrar y revisar en cualquier momento el contenido de las comunicaciones con otros usuarios. De esta manera, pueden detectar intentos de scamming y casos de substracción de fotos, chantajes electrónicos, etc. Asimismo, coincide con la terapeuta en que se fije un horario determinado para el acceso al móvil y a esta plataforma. "Una buena hora, por ejemplo, puede ser tras hacer los deberes y antes de cenar. Es conveniente evitar que se lleven el móvil a la cama y que estén horas y hora sin control, que ya es el mayor problema de los adultos, por cierto", destaca.
Por último, pero no menos importante, les pide que les hagan entender a los pequeños que el valor de los likes es algo relativo. En definitiva, que les enseñen que "el éxito en la en la vida, en sus estudios, no reposará sobre el número de likes o comentarios".

El futuro de los instagramers infantiles

¿Cómo puede afectar a un niño una fama desorbitada en Instagram y otras redes sociales? ¿Puede influenciar en su personalidad como adulto? Moreno no lo tiene claro del todo y cree que depende de la exposición y el uso que el infante haya hecho de las redes sociales, aunque "quizá no se sienta cómodo o le afecte de alguna manera la creación de su 'marca personal' en estas plataformas de pequeño y la imagen que se ha dado de él". Sea como fuere, el experto en Social Media vuelve a insistir en que deben ser los padres los que tienen que cuidar de que el éxito no les influya demasiado y tampoco lo haga en el futuro.
Por su parte, el fundador de Instagramers es consciente de que los pequeños influencers pueden sufrir en el futuro "problemas de autoestima, de falta de capacidad en entender lo que es la vida real o conocer el valor de las cosas", aunque considera que no habría mucha diferencia con lo que les ocurre a otros talentos precoces en otros campos. "¿Cuál es la edad mínima para hacer de un niño superdotado un talento mundial? ¿Jugar al fútbol o al tenis a nivel profesional tiene una edad mínima? ¿Acaso Messi le preguntaron a sus pocos años si quería jugar en el Barca? ¿Acaso es más "preocupante" tener un niño en casa con un millón de followers en Instagram tener o un niño virtuoso que de conciertos de piano por todo el planeta? Parece que lo de tener éxito en las redes sociales tiene menos "caché" o es más frívolo que otras formas de éxito, ¿verdad? y sin embargo, ¿cuál es la diferencia?", se pregunta González.
La psicóloga y responsable de asistencia familiar manifiesta que, de no tomarse a tiempo las "previsiones emocionales adecuadas" estos jóvenes instagramers podrían desarrollar en la adultez el conocido como síndrome del juguete roto, que se suele dar en personas que en su infancia han destacado especialmente en un área o han sido famosos pero de mayores no tienen el mismo éxito o atención pública. "Ser una celebrity de Instagram en edades tempranas puede repercutir en la edad adulta de distintas formas. La baja tolerancia a la frustración, las necesidades de aprobación constante y los problemas o trastornos de personalidad pueden ser sólo algunas", sentencia.

Un de cada tres menores españois recibiu mensaxes sexuais a través de internet

Autoría: Isabel Rubio
Publicado en https://elpais.com (27-2-2018)



Los niños acceden a la web a los siete años y a los ocho ya tienen teléfono móvil



Uno de cada tres menores españoles de entre 11 y 16 años ha recibido mensajes sexuales a través de Internet. Las chicas envían más fotografías sugerentes, mientras que los chicos recurren con mayor frecuencia a fotos comprometidas y explícitas que muestran sus genitales. Pese a que un 94,5% de los jóvenes admite que se trata de una práctica peligrosa, casi la mitad opina que es parte del juego erótico o sexual y uno de cada cuatro que mejora las relaciones de pareja.
Esta práctica, denominada sexting, aumenta a medida que los menores crecen: si el 20% de los niños entre 11 y 12 años admite haberlo practicado, el porcentaje sube al 42% entre los jóvenes de 15 y 16. Los niños son quienes reciben más mensajes sexuales, un 35% frente a un 28% de las chicas, ya que también son los que más los demandan.  Estas son algunas de las conclusiones del libro Entre selfies y whatsapps. Oportunidades y riesgos para la infancia y la adolescencia conectada, que recopila 17 artículos científicos de investigadores europeos y latinoamericanos y que ha sido presentado este martes en la sede de la Comisión Europea en Madrid.
Para Maialen Garmendia, directora del equipo de investigación EU Kids Online de la Universidad del País Vasco, el problema de estos mensajes sexuales es lo que se conoce como sexting secundario, es decir, "cuando esa imagen se reenvía a todos los estudiantes del instituto". Pero este no es el único riesgo al que se enfrentan los menores al conectarse a la web.
El ciberacoso ha aumentado notablemente en los últimos años, según una encuesta realizada a 500 menores españoles de entre nueve y 16 años y a sus progenitores. No obstante, la prevalencia del tipo de acoso "cara a cara" sigue siendo mayor que el que se realiza a través de Internet o por el móvil. “No debemos culpar a la tecnología”, señala Garmendia. Por ello, los datos que se ofrecen en la investigación hacen referencia a los menores que han sufrido tanto bullying como ciberbullying. La incidencia del acoso entre usuarios de 9 a 16 años se ha doblado en menos de una década: mientras que en 2010 un 15% declaraba haberlo sufrido, ahora la cifra se ha elevado al 31%.
Además, los datos recogidos en el libro ponen de manifiesto que son los niños de entre nueve y 10 años quienes se sienten "más disgustados" ante una situación de acoso o ciberacoso. Después, a medida que la edad aumenta, son capaces de gestionar mejor esta situación. Solo un 6% de los jóvenes de entre 15 y 16 años que ha sufrido esta situación manifiesta haberse sentido "muy disgustado".

Acceso al móvil

La implicación del profesorado y la supervisión de los progenitores son imprescindibles para detectar el ciberacoso, sobre todo teniendo en cuenta que la edad de acceso a Internet y a los smartphones es cada vez más temprana. Mientras que en España hace seis años los menores accedían por primera vez a la web a los diez años y tenían móvil a los 11, ahora disponen de su primer smartphone a los ocho y se conectan a la red a los siete. En algunos países como Reino Unido, uno de cada cuatro menores de dos años y el 36% de los niños de tres a cinco tienen su propia tableta, según el regulador Ofcom.
Garmendia ha subrayado que el hecho de que los niños empiecen antes a usar las nuevas tecnologías es inevitable y no tiene por qué ser negativo: "Tenemos que ser proactivos y generar unos hábitos de supervisión desde que son muy pequeños". Este control también es importante en las redes sociales.  El 35% de los niños españoles de 11 y 12 años y el 74% entre 13 y 14 tienen algún perfil en una red social. Esto incumple la normativa legal, ya que por ejemplo Facebook requiere que los usuarios tengan una edad mínima de 14 años para crear una cuenta.

Uso abusivo de las nuevas tecnologías

La Estrategia Nacional de Adicciones, aprobada hace tres semanas por el Consejo de Ministros, incluye por primera vez las adicciones sin sustancia, como las nuevas tecnologías. El 18% de jóvenes entre 14 y 18 años en España usa de manera abusiva las nuevas tecnologías, según anunció el delegado del Gobierno para este plan nacional, Francisco Babín.
Los datos del libro Entre selfies y whatsapps revelan que el 39% de los jóvenes se ha sentido aburrido al no poderse conectar a Internet y el 10% ha sido incapaz de controlar el tiempo que pasaba en la red. Los datos son más alarmantes en cuanto al uso de los smartphones. Más de la mitad de los participantes ha sentido un fuerte impulso de comprobar su teléfono. Pero para Garmendia, los menores no son los únicos que deben limitar el uso de los teléfonos móviles. “Si preguntáramos a los adultos, no creo que los resultados fueran muy distintos”, ha afirmado.




Frases que non debes dicirlle ao teu fillo cando está chorando


Republicado con autorización de: https://www.escuelaenlanube.com

Es común que se repitan frases cuando nuestros hijo o hija esta llorando, sin embargo no nos damos cuenta que  hay algunas frases que no debes decirle a tu hijo cuando está llorando ya que esto podría dañarlos emocionalmente.
Te explicamos algunas con las que te sentirás identificado.

Frases que no debes decirle a tu hijo cuando está llorando

“¡Si no te callas te voy a dar un azote!”. Esta frase, además de ser agresiva, transmite la creencia de que “todo se resuelve con golpes”. Por otra parte el niño crece con rencores hacia el progenitor que ha dicho tal frase negativa.

 “¡No llores más!”. Con esto estamos enseñando a nuestros hijos que “expresar sus sentimientos es malo”, lo que desemboca en serios problemas de adaptación emocional en nuestros hijos cuando ya son adolescentes y/o adultos.

 “¡Basta que no es para tanto!”.Aquí transmitimos a nuestro hijo que “no nos interesa lo que le está pasando”; una de las peores frases que podemos decir a nuestro hijopuesto que atenta contra la formación de autoestima. El llanto es una emoción y, como tal, nunca debemos reprimirla. Sí, debemos dialogar con el niño explicándole en cada caso para que él, con paciencia y amor, comprenda racionalmente lo que está sucediendo.

 “¡No debes llorar porque eso lo hacen los bebés y tú ya eres un niño grande!”.Con esto les inculcamos a los niños que “los adultos no lloran”. En otras palabras les indicamos inconscientemente que “no deben expresar sus sentimientos porque son grandes”. Aquí (sin querer hacerlo) estamos diciendo dos grandes mentiras:

  •          que los adultos no lloran cuando bien sabemos que eso no es cierto y;
  •         que ellos “ya son adultos o grandes” cuando también sabemos que esto no es así.


 Permite que tu niño llore y exprese lo que le sucede es una de las mejores maneras de enseñarle que “expresar sus sentimientos no es malo. Por el contrario es imprescindible reconocerlos y luego expresarlos para su salud mental”.

“¡Quítate! ¡Que no quiero escucharte llorar!”Simplemente una de las peores frases que un niño puede escuchar. Con esta frase le estamos diciendo prácticamente que “él está estorbando. Que mientras llore nos está molestando”, algo que ningún niño olvidará pero que, definitivamente, trae consecuencias negativas para él.

 “¡Tú estás llorando porque eres caprichoso y ya me tienes harta con tus berrinches!”.Con esta frase también le transmitimos a nuestro hijo que “nos está molestando”. Mejor cambia la frase y prueba con algo más constructivo como: “quiero verte siempre feliz pero tú estás llorando ahora. Yo quiero saber qué te pasa. Dime así podré ayudarte”.

 “No seas tonto”. Un insulto nunca conseguirá nada positivo. Los niños creen absoluta y completamente cada palabra que sus padres dicen sobre ellos o sobre otras personas o cosas. En consecuencia, tus hijos creerán literalmente que “son tontos”. Esto puede ser el comienzo de baja autoestima y hasta, posteriormente, un rendimiento escolar deficiente puesto que, aunque no haya retraso en el niño, este ha creído tus palabras y reproducirá “su tontera”.

Que son os trastornos de movementos estereotípicos


Autoría: María Eugenia Daney
Republicado con autorización de: https://www.escuelaenlanube.com

El trastorno de movimientos estereotípicos es una conducta en la que  las personas que lo padecen, realizan movimientos involuntarios y de forma repetitiva. Estos movimientos son: mover la cabeza de un lado a otro, mecer su cuerpo, agitar sus manos o golpearse la cabeza.
Este trastorno se presenta, estadísticamente, en más cantidad de niños que en niñas. Sin embargo, existen algunos trastornos cuyo síntoma es, precisamente, los movimientos estereotipados como puede ser agitar sus manos en un niños con TEA (trastorno del Espectro Autista) o el síndrome de Rett en las niñas, que produce que muchas de aquellas niñas que padecen este tipo de conducta, se froten compulsivamente las manos llegando, incluso, a lastimarse. También estos movimientos son muy observados en personas con retraso mental leve o moderado.
Se considera trastorno de movimientos estereotipados a las siguientes conductas:
  • Morderse a sí mismo
  • Golpearse la cabeza contra algo
  • Apretarse las manos y/o agitarlas
  • Golpearse el propio cuerpo (auto-agredirse)
  • Introducir objetos de manera compulsiva en su boca
  • Morderse las uñas (de modo ininterrumpido)
  • Mecerse hacia adelante-atrás o de un lado a otro
  • Arrancarse el cabello
  • Automutilación (se presenta en personas con trastornos psicóticos)


 ¿A qué se debe este tipo de trastorno de movimientos estereotipados?

Este trastorno es un síntoma de otras patologías tales como: autismo, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), síndrome de Rett, síndrome de Asperger entre otros. Este tipo de conductas se presentan, también entre un 2% y un 3% de niños con retraso mental y en un 25%de adultos también con retraso.

¿Cuál es la diferencia entre un tic y un trastorno de movimiento estereotípico?

La diferencia radica en que los tics se presentan de forma menos voluntaria y no son rítmicos. Por el contrario, los movimientos estereotipados se manifiestan temporalmente, son rítmicos, impulsivos y parecieran tener un objetivo o propósito al que dirigirse.

¿Cuándo debería un padre preocuparse por los movimientos estereotípicos y realizar una consulta con un profesional?

Cuando los niños pasan más de una hora realizando movimientos de esta índole, es preciso hacer una consulta con un pediatra. A partir de los 3 años de edad es posible observar conductas de este tipo aunque muchas veces surgen en la etapa de la adolescencia.
Con frecuencia, si bien este tipo de movimientos estereotipados no es controlado por quien lo padece, puede influir el estrés o situaciones de nervios. Esto hace que el niño o adulto, ante estas situaciones, tenga mayor cantidad de movimientos estereotipados pudiendo incluso interferir en sus actividades cotidianas.

Movimientos estereotípicos no patológicos

Existen muchos casos en los que un niño o adulto puede tener comportamientos estereotípicos pero no ser patológicos. Muchas de estas características no patológicas surgen en momentos claves del desarrollo: al decir la primera palabra, aprender a andar en bicicleta, etc. En estos casos, las estereotipias son solo síntomas de ansiedad que luego desaparecen por la misma madurez, superación y crecimiento del niño. El problema se presenta si las mismas perduran durante varias semanas/meses. En estos casos es importante acudir con un profesional.

Tarefas domésticas: 12 boas razóns para que os nenos axuden en casa


Autoría: Katy Gutiérrez Herrera (Madre, psicóloga y monitoria de tiempo libre)
Republicado con autorización de: https://www.educapeques.com

Las tareas domésticas siguen siendo una responsabilidad asumida principalmente por la mujer, aún cuando ella participe en el mercado laboral y aporte economía al hogar, son datos arrogados por el INE, según una encuesta de empleo del tiempo en 2004.
¿Por qué a pesar de los cambios que está conociendo la familia occidental, no se ven reflejados en el grado de implicación de responsabilidades compartidas en el hogar? ¿Cómo podemos implicar a nuestros hijos en las tareas domésticas? y sobre todo ¿Qué beneficios tiene para nuestros hijos y para la familia en general?
Algunos padres creen que la única responsabilidad de niños y jóvenes son los estudios. Consideran que mientras cumplan con sus obligaciones en el ámbito escolar y en algunos casos, se responsabilicen de sus cosas: como recoger su habitación ó las cosas que tiran en los espacios comunes, el resto del tiempo lo pueden dedicar a ellos mismos, a su tiempo de ocio.
En la encuesta de empleo del tiempo del INE (2004), se puede observar una mayor implicación de los hijos preadolescentes en asumir ciertas tareas domésticas, pero dichas tareas se relacionan más con realizar tareas propias (calentar su comida, recoger sus platos) que participar en tareas comunes al hogar como limpiar el polvo, lavar los baños ó fregar los platos.
Cuando llega la adolescencia, época de rebeldía y de mayor independencia, se observa una disminución en la implicación de las tareas domésticas, especialmente en los chicos, mientras que en algunos casos, la implicación en las chicas aumenta.

Según mi punto de vista esta dinámica se da por tres cosas:

  • No asumimos que las tareas domésticas son una responsabilidad familiar compartida.
  • Consideramos más sencillo y rápido hacer las tareas los adultos (especialmente las madres), que motivar y supervisar a los niños.
  • Las tareas domésticas son vistas como tareas aburridas y tediosas

Tareas domésticas ¿Permitir que los niños ayuden en casa?

Pero si no terminaré nunca, con tantas cosas que hacer…es más trabajo para mí, no tengo tiempo para ponerme a enseñar, me pone de los nervios, dejan a medias las cosas, siempre terminan jugando…son los pensamientos que se nos vienen a la cabeza, cierto?
Desde pequeños tendemos a apartarlos de las tareas domésticas. Vamos como máquinas de un lado a otro, con prisa y quejándonos del poco tiempo libre que tenemos, mientras que los niños no paran de demandar nuestra atención, quejarse que no jugamos con ellos ó permanecer horas y horas frente a la pantalla de televisión.
Lo cierto es que los niños pequeños desean nuestra compañía, quieren imitar las cosas que hacemos y las tediosas tareas domésticas, podemos convertirlas, con paciencia e imaginación, en un divertido momento de juego y aprendizaje para padres y pequeños.
Podemos transformar las tareas domésticas en juegos, en momentos para echar a volar la imaginación, para aprovechar los espacios del hogar en territorios para jugar, alternando momentos de trabajo, con momentos de juego.
Tardaremos más tiempo en hacer el trabajo, si, pero si decidimos involucrar a los niños desde pequeños en las tareas domésticas, a cambio, tendremos una serie de ventajas a corto, mediano y largo plazo.

12 buenas razones para dejar que los niños colaboren en casa

A corto plazo:

  • Aprenden a conocer el mundo que los rodea: los nombres de las cosas, para qué sirven, cómo se manejan.
  • Ejercitan sus habilidades motoras: de fuerza, precisión, levantan pesos, distinguen tamaños
  • Jugando, aprenden con los cinco sentidos: palpan formas, olfatean olores, agudizan el oído..
  • Reciben estimulación lingüística, social, intelectual: Hablamos con ellos, aprenden cosas nuevas, interactúan con nosotros.
  • Adquieren cualidades como la perseverancia y capacidad de concentración


Mediano plazo:

  • Se sienten útiles: Sienten que con su trabajo y esfuerzo aportan algo a la familia
  • Aprenden que podemos confiar en ellos
  • Van adquiriendo habilidades y destrezas


Largo plazo:

  • Adquieren responsabilidad
  • Les enseñamos autonomía y cómo valerse por sí mismos
  • Enseñamos desde casa un reparto equilibrado de tareas e igualdad
  • Aprenden que dentro de la familia, podemos servirnos y ayudarnos unos a otros, utilizando nuestras propias habilidades
  • Podría enumerar mas ventajas, pero lo importante es entender que , con creatividad y mucha tolerancia, podemos abandonar la idea de ver las labores domésticas como una obligación exclusiva de los adultos y verlas como una oportunidad para el juego, de convivencia familiar y de aprendizaje de habilidades y valores, si comenzamos esta práctica desde pequeños.


¿Permites que los niños colaboren en casa?


Respecto: 10 consellos para conseguir que os teus fillos te respecten


Republicado con autorización de: https://www.educapeques.com
Autoría: María Eugenia Daney

El respeto: Dentro de la enseñanza de los valores se encuentra el de respetarse a uno mismo y a los demás. Y podría considerarse como el valor principal a transmitir y enseñar a los niños.
La autoridad de los padres es algo que muchos niños en la actualidad no tienen. Sin embargo, la falta de esta (es decir que los niños no respeten a sus padres) produce un quiebre en las relaciones familiares por la falta de cumplimiento de ambos roles (aunque claro de forma inconsciente).


Situar al niño en el centro de nuestras prioridades puede ser un error para ellos ya que, una de las consecuencias es que el niño crea que tiene el control, el poder o el mando de sus padres. Esto trae como consecuencias la falta de respeto de los niños hacia sus padres.

El respeto: 10 consejos para conseguir que tus hijos te respeten

Respeto entre los cónyuges. El respeto entre los padres es crucial para que los niños sepan de qué modo es adecuado el trato entre los adultos. Esto permite que el niño no solo sea testigo del respeto entre los padres sino que también coloque las bases para una futura relación de pareja.
No mentirles. Una mentira que luego se descubre es la antesala de la falta de respeto de los niños hacia los adultos. Por otra parte, esto habilita de manera inconsciente para que los niños mientan en un futuro: “si tú lo has hecho, ¿por qué yo no puedo?”
Escucha sin interrumpir a los niños. Esto promueve el ejemplo para que ellos hagan los mismos hacia el trato no solo con sus padres sino con el resto de las personas.
Educa con palabras claves. Estas palabras claves son “por favor”, “gracias”, “permiso” o “lo siento”.
No les brindes todo cuanto ellos pidan. Los niños no tienen límites en este aspecto ya que, muchas veces, utilizan “los pedidos” como un medio de dominación hacia sus padres. Luego de la dominación, viene la falta de respeto. No brindarles todo lo que ellos piden de inmediato, les ayuda a comprender que ellos son los niños pero es el adulto el que continúa decidiendo por ellos.
No gritar. Aunque ellos se hayan portado mal, hablarles sin gritos es una invitación a la obediencia ya que los gritos estimulan sentimientos de miedo y distancian.
No enojarse si ellos contradicen a sus padres. Por el contrario es más productivo hacerles notar su error o corregirlos de manera positiva. Existen maneras correctas para responder y esto es algo que debemos dejar en claro.
Utiliza las reglas de convivencia. Estas reglas o normas de convivencia permiten al niño reconocerse dentro del grupo familiar, es decir ser parte de éste. Esto, además de beneficios, trae responsabilidades y las reglas de la casa que guían al niño en este aspecto. Por ejemplo; no interrumpir cuando un adulto habla con otro.
Tener coherencia entre las palabras y los actos. De nada serviría decir algo a un niño y luego hacer todo lo opuesto. La coherencia es fundamental para transmitirles respeto de los padres hacia los niños.
No permitir insultos de ningún tipo. Es indistinto si estos son dirigidos hacia otra persona, hacia una mascota, hacia un compañero de escuela que no conozcamos o hacia los padres: nunca hay que permitir que el insulto forme parte de su vocabulario. Cuando el insulto se hace cotidiano, la falta de respeto es completa hacia todo lo que rodea al niño. Algo difícil (pero no imposible) de revertir que además provoca efectos negativos en su psiquis.

15 accións imprescindibles para que nenos e adolescentes medren cunha boa saúde mental

Autoría: Rafael Guerrero Tomás

El ser humano tiene la enorme facilidad de convertir deseos (lo que quiero) en necesidades (lo que necesito). No es nada infrecuente escuchar comentarios del tipo “necesito casarme para ser feliz”, “es imprescindible para mí poder hacer un viaje a India” o “sin mi café de la mañana no soy nadie”. Aunque nos cueste creerlo, todo esto son cosas de las que disfrutamos pero que no son necesarias para la supervivencia del ser humano. Es por ello por lo que es importante que entendamos la diferencia que existe entre necesidades y deseos.

¿Cuáles son las verdaderas necesidades de nuestros hijos? Por qué debes dejar de hacer las cosas por tus hijos

Podemos decir que las necesidades son básicas para la supervivencia de cualquier ser humano. Las necesidades se ubican en la base de la famosa pirámide que describió Abraham Maslow, donde encontramos, además de las necesidades fisiológicas como la alimentación, la hidratación y el descanso, las necesidades emocionales o afectivas. De este tipo de necesidades hablaremos con detenimiento más adelante. Por otro lado, los deseos no son necesarios para nuestra supervivencia. Pueden ser cosas que ansiamos o nos motivan, pero su no consecución no pone en riesgo nuestra vida. Veamos un ejemplo. Yo puedo desear fervientemente que me toque la lotería. Es más, puedo fantasear o imaginar qué haría con ese dinero. Pero el hecho de que no me toque la lotería no implica que mi supervivencia esté en riesgo.
En cambio, las necesidades que vamos a detallar a continuación sí que son imprescindibles para una buena salud mental de nuestros hijos. A continuación, vamos a enumerar las 15 necesidades emocionales o afectivas de todo niño o adolescente (también podemos incluir a los adultos, por supuesto). Cuantas más llevéis a cabo con vuestros hijos en el día a día, mejor:

No basta con pensar que queremos a nuestro hijo, 
sino que debemos decírselo y actuar en consecuencia

1) Explicitarles nuestro cariño. Todos los días debemos decirles a nuestros hijos lo mucho que les queremos, lo mucho que les echamos de menos en el trabajo y lo orgullosos que nos sentimos de cómo son. Esto es fundamental para una buena autoestima. No basta con pensarlo, sino que debemos decírselo y actuar en consecuencia. Si hoy no le has dicho a tu hijo que le quieres, intenta que sea lo primero que le digas en cuanto lo veas.

2) Enseñarles a regular sus emociones. ¿Cómo llegó una persona a convertirse en un gran cirujano y a desempañar tan bien su profesión? La clave está en tener un gran maestro y en dedicarle muchas horas. Lo mismo pasa con la regulación emocional. Los niños necesitan que sus padres les enseñen a identificar y gestionar sus emociones. A partir de ahí todo se va mejorando en función de la experiencia. El problema está cuando los padres no saben regular sus propias emociones. Si ellos no saben, cómo les van a enseñar a sus hijos. Difícilmente. Por ello, si tienes alguna dificultad para gestionar tus propias emociones, busca ayuda antes de enseñarle a tu hijo. Si queremos que nuestros hijos en un futuro sean capaces de autorregular sus emociones, es imprescindible que ahora que son pequeños les heterorregulemos sus emociones, es decir, que aprendan a regular sus emociones con nuestra ayuda.

3) Tiempo de calidad y de cantidad. La idea de que los niños necesitan tiempo de calidad con sus padres sin importar la cantidad es completamente falsa. En mi opinión es una idea que se ha creado para que aquellos padres que trabajan muchas horas y dedican, consecuentemente, poco tiempo a sus hijos no se sientan muy mal por ello. Por eso completamente falsa. Los niños necesitan mucho tiempo compartido con sus padres (cantidad) y con máxima dedicación (calidad). No es estar solamente en la misma habitación o lugar que ellos, sino con dedicación exclusiva (juegos, tareas compartidas, deberes escolares, aficiones, etcétera).

La idea de que los niños
 necesitan tiempo de calidad con sus padres
sin importar la cantidad es falsa

4) Ofrecerles contextos de seguridad y protección. Este es el primer pilar si queremos fomentar un apego seguro en nuestros hijos. Un niño no se puede sentir seguro si nunca ha sido protegido. La seguridad es el contexto a partir del cual vendrán las siguientes características del apego seguro. Proteger a nuestros hijos cuando sientan miedo, temor, rabia o tristeza es nuestra función. Si en alguna ocasión no lo hiciste, te recomiendo que a partir de ahora ayudes y calmes a tu hijo siempre que experimente alguna emoción desagradable y que no sepa gestionar por sí solo.

5) Sintonía emocional. Es imprescindible que estemos en sintonía emocional con nuestros hijos, es decir, que atendamos, legitimemos y conectemos con las emociones que están experimentando. Así, por ejemplo, un padre estará en sintonía emocional con su hijo cuando, ante una situación concreta, este le muestre su miedo o rabia, y el padre comprenda y atienda lo que le pasa a su hijo. Consiste en estar receptivo ante las necesidades del niño. Es como conectar vía wifi nuestro hemisferio derecho, que es el emocional, con su hemisferio derecho. Si no lo has hecho en un número importante de veces, trata de hacerlo, pues no conectar con sus emociones y afectos tiene repercusiones negativas.

6) Responsividad. La responsividad es la parte que sigue a la conexión emocional. Para poder ser responsivo, que no responsable, he tenido que conectar emocionalmente con mi hijo, si no será imposible. La responsividad consiste en darle al niño lo que necesita. No consiste en acceder a sus caprichos, sino en acceder y cubrir sus necesidades. Como decíamos al principio, las necesidades no se negocian puesto que son imprescindibles para la supervivencia. La madre o padre que es responsivo es aquel que da al menor aquello que realmente necesita. Si ante un conflicto de nuestro hijo con un amigo, este se muestra preocupado y nosotros le decimos que no le dé más vueltas y que se ponga a hacer los deberes que es lo importante, no estamos siendo responsivos porque no estamos atendiendo su necesidad. ¿Habitualmente solemos ser responsivos con nuestros hijos? Dedícale unos segundos a pensar sobre ello.

7) Asumir el rol que nos corresponde como padres. Los padres no somos amigos de nuestros hijos. Tampoco somos sus criados, aunque a veces lo pueda parecer. Somos sus padres, y debemos asumir el papel que esto implica. ¿Realmente estamos ejerciendo de padres o a veces nos comportamos como colegas de nuestros hijos?

Los niños necesitan una estimulación suficiente y adecuada. 
Pasado ese mínimo de estimulación, 
no se consiguen mayores aprendizajes

8) Establecer unos límites claros. Una de las obligaciones que tenemos los padres es implantar una serie de normas y límites en el contexto familiar. Nuestros hijos necesitan las normas. Es algo tan necesario como sano. ¿Os imagináis una ciudad sin semáforos y sin señales de tráfico? ¿Verdad que sería un verdadero caos? Lo mismo pasa con los niños. Necesitan saber hasta dónde pueden llegar y cuál es su perímetro de seguridad. Cuando establecemos unos límites y se los explicitamos a nuestros hijos les estamos diciendo “te quiero”. Te pongo límites porque te quiero y me importas. ¿Habéis reflexionado sobre la cantidad de límites que hay en vuestra familia? ¿Son muchos, pocos o inexistentes? Es recomendable pensar sobre ello.

9) Respetar, aceptar y valorar. Cuando respetamos, aceptamos a nuestros hijos como son y los valoramos positivamente, los estamos mirando incondicionalmente. Demostramos que nuestro amor hacia ellos es incondicional, es decir, no depende de nada. Los queremos por quienes son y no por lo que hacen o dejan de hacer. ¿Estamos mirando incondicionalmente a nuestros hijos o nuestro amor hacia ellos depende de algo (resultados académicos, comportamiento, actitud, etcétera)?

10) Estimulación suficiente y adecuada. Hace algunos años, se puso de moda la hiperestimulación en nuestros menores. A los niños los llevábamos de un sitio a otro para “exprimirlos” al máximo cognitivamente hablando. Teníamos que aprovechar el tiempo y la plasticidad cerebral antes de que se cerrasen esas ventanas. Hoy en día sabemos que los niños necesitan una estimulación suficiente y adecuada. Pasado ese mínimo de estimulación, no se consiguen mayores aprendizajes, sino todo lo contrario: exigencias, estrés e hiperestimulación. El eslogan que dice cuanto antes y más estimulemos a nuestros hijos, mejor es falso. ¿Debemos los padres replantearnos cómo enfocamos, por ejemplo, las actividades extraescolares de nuestros hijos? Seguramente sí.

11) Favorecer su autonomía. Decíamos antes que la primera característica del apego seguro era la protección. Pues bien, la otra cara de la moneda de la protección y la seguridad consiste en favorecer la autonomía, o lo que es lo mismo, favorecer su curiosidad y su espíritu aventurero y explorador. Venimos a este mundo con la emoción de la curiosidad en el kit de supervivencia, lo que nos lleva a tener muchas ganas de aprender cosas nuevas. Es de vital importancia, no solo que nos parezca bien que nuestros hijos curioseen, sino que les invitemos a hacerlo.

Cuando establecemos unos límites y se los explicitamos
a nuestros hijos les estamos diciendo 
“te quiero”

12) Sentido de pertenencia. Sentirnos parte de un grupo es de vital importancia para el ser humano y para otros muchos mamíferos. ¿Habéis visto en los documentales de La 2 qué lugares ocupan en la manada las crías más jóvenes? Generalmente suelen ir en el centro, es decir, en el lugar de mayor seguridad y protección. De ahí viene la importancia del grupo y la manada. El sentirnos parte de un grupo o de varios aumenta las probabilidades de supervivencia. Una de las características que suelen cumplir los niños que sufren acoso escolar es el no pertenecer a un grupo. Es muy importante que nuestros hijos pertenezcan, como mínimo a un grupo, si no más. ¿Estamos haciendo una buena labor como padres para favorecer el ámbito social de nuestros hijos? Tan importante es este ámbito como el académico, ¿verdad? Si estamos de acuerdo, doy por hecho que nunca castigamos los malos resultados académicos con no salir con los amigos o ir a los partidos de fútbol, ¿verdad?

13) Favorecer la capacidad reflexiva del niño. La capacidad reflexiva se refiere a pensar sobre lo que nos pasa, cómo lo estamos haciendo, cómo nos sentimos, nuestra evolución y progresos, etcétera. Es importante que ayudemos a nuestros hijos a que aprenden a pensar sobre las emociones que sienten, lo que piensan, cómo se comportan, etcétera. También es un trabajo muy interesante para nosotros los adultos.

14) Identidad. A lo largo de los primeros meses y años de vida, se va produciendo un proceso de diferenciación entre el bebé/niño y la madre, ya que al principio el pequeño no lo hace. Con el paso del tiempo debemos favorecer en los niños esta identidad propia que nos diferencia del resto de personas.

15) Magia. La magia es uno de los mecanismos de defensa más potentes que tienen los niños. Los adultos lo solemos llamar autoengaño. Todo lo que tiene que ver con la magia, lo oculto, lo divino y lo fantasioso es algo que cautiva a todos los niños. Lo que supone un misterio es algo que “engancha” a los niños. Aprendamos a utilizar y poner de nuestro lado la magia y la fantasía.

No es mi intención hacer sentir mal a ningún padre o madre. Todo lo contrario. Espero que estas 15 necesidades básicas os sirvan para tener presente qué es lo que realmente necesitan nuestros hijos. Espero que sirva para reflexionar sobre el punto en el que estamos y qué tal estamos asumiendo el rol de padres. Seguro que lo estamos haciendo bien, pero un poco de función reflexiva no nos viene mal.




Rafael Guerrero Tomás es director de Darwin Psicólogos, especialista en trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), trastornos del aprendizaje y trastornos de la conducta, y doctor en Educación.

Como mellorar a comunicación cos teus fillos adolescentes


Psicóloga do deporte e da saúde e máster en Psicología clínica e da saúde, Patricia Ramírez foi nomeada a psicóloga máis influyente de España en redes sociais. É autora de sete libros, nos que aborda temas como a adolescencia, a comunicación entre pais e fillos ou a convivencia na familia, e entre os que destacan, "Conta contigo", "Por que eles soñan con ser futbolistas e elas princesas" ou o recientemente publicado "Si saíses a vivir?". Patricia Ramírez é especialista en psicoloxía deportiva e da saúde con nenos e adolescentes. Tamén traballou con deportistas de élite, adestradores e futbolistas de equipos como o Real Betis Balompié, RCD Mallorca e CB Granada. Ademais, esta psicóloga é colaboradora habitual en medios de comunicación e congresos educativos nos que resalta a importancia de "Educar no esforzo, o respecto e a convivencia". Patricia Ramirez ofrécenos claves para resolver problemas de comunicación entre pais e fillos e dános consellos moi útiles para saber gestionar situacións difíciles na adolescencia.
Para ver o vídeo, preme na imaxe:


Normas e límites, nova charla da Escola de Pais

O vindeiro  xoves 1 de marzo de 2018  de 15.00 a 16.30 horas, terá lugar no noso centro a charla 


"Normas e Límites” 


que impartirá Noa Pereiro López (psicóloga) dirixida  ás familias de todos os niveis do colexio. Esta charla está enmarcada dentro do Programa  de Prevención  no ámbito familiar “ Máis que un teito” impulsado polo Concello de Vigo.



A esta charla están invitados/as todos os pais e nais de alumnos/as de Infantil, Primaria e ESO.


Academia de especialistas


"Academia de especialistas" é un video documental producido pola Fundación Orange na que explica de xeito moi sinxelo e clara as características dos nenos que padecen este trastorno. É un bo xeito de achegarse a este trastorno e comprender moitas das súas características que, a miúdo, producen problemas e chegan a ser fonte de conflito e de illamento destes nenos.
Esta curta de animación foi realizada polo debuxante Miguel Gallardo, pai dunha filla con autismo.




Os límites non son importantes?

Sen comentarios.


Si é problema noso como educas aos teus fillos

Publicado en El País, con fecha 16 de febrero de 2018
Autoría: OLGA CARMONA

No criamos a nuestros niños para vivir en una isla desierta, sino para formar parte de la sociedad (su sociedad) cuando sean adultos
 

Las noticias hablan por sí solas.

Supuestamente un niño de 9 años sufre una agresión sexual en su colegio, otros dos menores de 12 y 14 años. Niños que violan niños. (El País, 10 Febrero 2018.)
Detenidos tres menores por herir de gravedad a otro al pegarle y tirarle por unas escaleras. (El País, 27 de Noviembre 2017.)
El menor de 14 años que mató a su hermano de 19 de una puñalada en el barrio de la Florida, hacen preguntarse si la violencia ejercida por niños y adolescentes en el hogar es un fenómeno en aumento y a qué se debe.(Diario Información Alicante, 11 de Febrero 2018).
El número de menores atendidas por violencia de género sube un 50%.( (El País, 28 de Agosto de 2017)

Existe una idea muy arraigada acerca de que la educación de los hijos es un asunto privado, que solo concierne a los padres, olvidando casi siempre que no les educamos para vivir en una isla desierta, sino para ser quienes tendrán la inevitable responsabilidad de formar la sociedad (su sociedad) cuando sean adultos.
Educar es un compromiso para con nuestros hijos en primer lugar. Un proceso en el que debemos  acompañar, estimular y guiar sus aprendizajes de forma que lleguen a convertirse en la mejor versión de sí mismos. Y, en segundo lugar, para contribuir a formar parte de una sociedad más humana, más ética y más constructiva.
En un mundo irremediablemente egocéntrico, educado en criterios competitivos en vez de cooperativos, donde el hedonismo y el acaparatismo ocupan los primeros puestos en la escala de valores colectiva, se nos olvida o no queremos asumir que no basta con transmitir lo que tengo codificado por genética o por aprendizaje, sino que es imprescindible hacer un ejercicio de consciencia, de autocrítica, de revisión y de reeducación constante.
Cuando un niño o niña tiene teléfono móvil con nueve años, es problema de todos. Por más que algunos padres tratemos de no precipitar o exponer a nuestros hijos estímulos que no les corresponden por edad, otros sí lo hacen y es cuando se convierte en un problema común.
Cuando también se les valida en casa el “ojo por ojo”, el “da tu primero”, el “si ves que están acosando a alguien no te metas”, estamos contribuyendo a perpetuar una sociedad violenta que hace de la venganza y el resentimiento una herramienta válida y aceptada.
Cuando permites que tu hijo vea películas que para adultos, que juegue a videojuegos que nada le aportan salvo basura, sin control de tiempo ni control, Cuando te burlas de alguien que sale en la tele o de tu vecino, cuando insultas a alguien en una conversación aparentemente trivial. Cuando juzgas en voz alta a los otros, cuando en casa se pierde el respeto y las personas se agreden de una u otra manera, también es un problema de todos.
Cuando no controlas qué hace tu hijo con Internet, cuando permites que entre y forme parte de redes sociales sin tener edad adecuada para ello. Cuando no estás presente en su vida, cuando no dedicas una ínfima parte de tu tiempo a escuchar lo que tenga que decirte. Cuando has reducido tu tarea de educar a una especie de cuidador vespertino ocupado nada más que en la logística o en sus notas, también todas estas situaciones son un problema de todos.
Cuando tu hijo ve pornografía, cuando tu hijo ve violencia, cuando tu hijo usa un lenguaje inapropiado e irrespetuoso. Cuando los límites en tu casa y en tu vida dependen de tu nivel de cansancio, de tu estado de ánimo, de cómo te ha tratado tu jefe ese día o de si te duele la cabeza... y entonces tu hijo necesite reparar su maltrecha autoestima poniéndose por encima de los demás porque se está convirtiendo en un niño dañado y sin referentes, también es un problema de todos.
Cuando le pegas una bofetada o una “inofensiva” colleja, cuando le levantas la voz, cuando le ofendes o le criticas, estás contribuyendo a perpetuar el maltrato. De verdad crees que él no hará lo mismo con quienes crea más débiles o inferiores. Y si es niña, ¿vas a preguntarte por qué se deja manipular o maltratar por otros niños? ¿O porqué ella misma se comporta así?
Cuando un niño acumula tanta frustración, tanta falta de respeto y de límites, una ausencia de contención y presencia, que haga que necesite vomitarlo en forma de maltrato a otros cuando llega al colegio, es también un problema de todos.
Y es un problema para todos porque aquellos padres que sí se ocupan de educar en el respeto, en la ética, en el buen trato, aquellos que sí están presentes en la vida de sus hijos y han hecho de su educación el compromiso más esencial de sus vidas. Aquellos que se han esforzado en reeducarse para poder educar desde un lugar distinto, más amable y solidario. Aquellos que han tenido el coraje de apostar por un modelo que sea parte de la solución y no del problema haciendo de la tarea educativa un “más difícil todavía” y que han apostado por cambiar una sociedad que conocen decadente y podrida. Estos padres no se merecen ni necesitan encontrar más obstáculos cuando sus hijos salen al mundo, muchas veces convirtiéndose en las irónicas e injustas víctimas de quienes siguen educando en el “siempre se ha hecho así”.
“Son cosas de niños” dicen cuando un niño se queja y se duele porque otro le maltrató. “Es normal, toda la vida ha sido así”. Y tienen razón, son cosas de niños violentos y ofensivos que se convertirán en adultos violentos y ofensivos porque han interiorizado como buenos y normales los valores más podridos y arraigados de una sociedad que ha incorporado el maltrato como inherente a la naturaleza humana y han hecho del “sálvese quien pueda” su justificación.
No, tu hijo de nueve o 10 años no necesita un iPhone. Lo que necesita es tu insustituible presencia, nutrir su alma con montones de momentos compartidos y recibir un legado que no consiste en cosas, sino en la constatación de que fue y es un ser humano valorado, reconocido y amado y una escala de valores que solo podrás transmitir a través de tu ejemplo.


*Olga Carmona es psicóloga y experta en psicopatología de la infancia y la adolescencia.

7 Consellos para cando pasen de Primaria a Secundaria

Republicado con autorización de:  https://www.educapeques.com

Nuevo centro, nuevos compañeros de clase, nuevos profesores, horarios distintos, nuevas responsabilidades… así es el paso de primaria a secundaria, una de las vivencias más complicadas en la etapa formativa de los niños. Los cambios siempre generan inquietud, pero este salto es doblemente complicado, porque significa abandonar unos comportamientos y hábitos infantiles para entrar de pleno en una compleja etapa vital: la adolescencia.
¿Cómo afrontar el paso de primaria a secundaria?, ¿cómo hacer que los niños experimenten el cambio de forma tranquila, con garantías y sin sobresaltos? 

Aquí van algunos consejos.

Visitar el nuevo centro
Una de las mejores formas de enfrentarse a lo desconocido es tomar contacto con la nueva situación y familiarizarse con los espacios. Por eso es importante apuntarse a las jornadas de puertas abiertas que suelen organizarse en los institutos y centros de secundaria. Es la oportunidad de pisar las aulas y empezar a establecer contacto con el profesorado.
(En el caso de que permanezca en el mismo centro, pasa al punto 3).

Conoce la plantilla de profesores
A la hora de elegir centro, conviene analizar la plantilla docente. Los profesionales con el Máster en Formación del Profesorado de Secundaria están especialmente capacitados para la labor docente y son una garantía para afrontar los nuevos retos. El Máster substituye al antiguo CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica), tiene como objetivo formar a futuros profesores a través de tecnologías innovadoras y capacitarlos para que sepan transmitir conocimientos de forma eficaz.

Infórmate sobre las nuevas materias
El programa de estudios de la educación secundaria está repleto de nuevas materias. Es conveniente empezar a hablar con el niño de estas nuevas asignaturas, pero sin crear un clima de tensión. Para muchos estudiantes, el cambio genera inquietud y no conviene provocar preocupaciones antes de hora.

Empieza a planificar horarios
La nueva etapa educativa comportará cambios notables en materia de horarios y de hábitos de trabajo.  Las responsabilidades serán mayores por parte del estudiante, por lo que será necesario elaborar una buena planificación de tareas. La mayoría de niños compaginan las clases con actividades extraescolares, lo que obliga a aplicar un plus de estrategia y reparto del tiempo.
Es importante dejar un hueco para el descanso. La secundaria es exigente y conviene medir bien los tiempos para no crear una presión excesiva sobre los niños.

Pensar en el futuro
Los primeros cursos de secundaria no obligan a tomar decisiones sobre planteamientos de futuro, pero más adelante el niño tendrá que elegir asignaturas y determinar el camino a seguir. Es recomendable empezar a tantear al alumno sobre sus intereses profesionales y humanos.

Conoce el círculo de amistades
La etapa de secundaria representa un cambio fundamental a nivel relacional. Los niños entran en la adolescencia e inician nuevas amistades con las que compartirán tiempo y experiencias. Conviene estar alerta con esta nueva fase vital. Las compañías inadecuadas pueden representar una amenaza para la estabilidad del niño y para la vida familiar.
El “control” debe realizarse de forma sutil. Un exceso de celo o una presión demasiado intensa pueden provocar que el niño se cierre en sí mismo e interprete el interés como un intento de fiscalización.

Vigila los hábitos alimentarios

La adolescencia es una etapa propicia para la aparición de desórdenes alimentarios. Conviene prestar atención a cualquier comportamiento que pueda esconder algún tipo de trastorno.