Guía de axudas sociais para familias

Interesante guía para pais e nais coas axudas sociais que se poden solicitar, actualizada a este mesmo ano.
Nesta guía, editada polo Ministerio de Sanidade, Servizos Sociais e Igualdade, aparecen os seguintes apartados:

. Prestacións familiares á Seguridade Social, permisos parentais e excedencias.
. Axudas en materia de emprego.
. Beneficios fiscais por fillo a cargo no Imposto sobre a Renda das Persoas Físicas (IRPF)
. Axudas sociais a familias numerosas.
. Axudas sociais a familias monoparentais.
. Prestacións sociais do sistema público de servizos sociais ás familias.
. Axudas para familias con persoas en situación de dependencia.
. Axudas en caso de impago de pensións de alimentos en situacións de separación ou divorcio.
. Servizos para coidado de fillos menores de 3 anos.
. Becas e Axudas do Ministerio de Educación, Cultura e Deporte.
. Axudas en materia de vivendas.
. Axudas sociais para afectados polo virus da Hepatite C ou polo virus da Inmunodeficiencia Humana (VIH).

Parécenos unha guía moi importante e tedes acceso a ela simplemente premendo sobre a imaxe.



Non deixes para mañá...

Republicado con autorización de http://www.solohijos.com/
Autoría: Pilar Guembe e Carlos Goñi (Autores del libro Es que soy adolescente…y nadie me comprende )

La madre de Yasmín está desesperada, no consigue que su hija haga absolutamente nada, todo lo deja para mañana y siempre tiene la misma respuesta: “Ya lo haré”. “Acabo haciéndole la cama, recogiendo sus cosas, ordenando su habitación, porque, si fuera por ella, lo dejaría todo sin hacer”. Con los deberes escolares le pasa algo parecido: acaba de comenzar la ESO y se le acumula el trabajo, siempre entrega los trabajos a última hora y no le da tiempo a prepararse los exámenes.

Lo que hace Yasmín, y muchos adolescentes, se llama “procrastinación” (del latín cras, mañana), o lo que es lo mismo, dejar para mañana lo que hay que hacer hoy. El postergar lo que tenemos que hacer no es tanto una cuestión de desidia, sino de una deficiente percepción del tiempo, algo que es normal en la adolescencia.
Se puede decir que los adolescentes no han aprendido a manejar el tiempo como lo hemos hecho los adultos, aunque no todos, porque también nosotros somos muchas veces presas de laprocrastinación.
Un adolescente puede estar agobiado porque le falta tiempo y, al día siguiente, perderlo inútilmente porque cree que tiene todo el tiempo del mundo. En este tema maneja conceptos al por mayor y tanto puede sentir que no le queda tiempo como que le sobra. Le cuesta medir las horas de manera objetiva: el tiempo, para él, puede tanto carecer de importancia como ser algo obsesivo. En el primer caso, tenemos al adolescente que lo deja todo para mañana; en el segundo, al que no le da la vida y está todo el día angustiado porque le faltan minutos a su reloj.
Pero “dejarlo para mañana” no es sólo un signo de desidia o de no saber qué hacer con el tiempo, implica también un desenfoque en la jerarquización de las tareas a realizar, es decir, lo que se llama “hacer lo que toca en cada momento”. Si a los adultos ya nos cuesta estar por lo que hay que estar, ¿cómo no va a ser difícil para un adolescente? La actividad que hay que hacer se queda sin hacer porque otra se presenta más atractiva, más fácil, más satisfactoria, más urgente, más positiva,… Cuando un adolescente dice “Ya lo haré” no quiere decir que no lo quiera hacer, sino que algo más importante, para él, toma la delantera en la jerarquía de sus intereses.

Desafío: ¿Cuándo, cómo, dónde… lo harás?
  • Sólo hay una forma de desafiar esa expresión y consiste en acotarla al máximo. Se trata de no caer en la típica discusión:
– ¿Cuándo vas a preparar la mochila?
– ¡Ahora!
– ¿Y cuándo es ahora?
– Pues, ahora, pero espera un momento.
– O sea que no es ahora.
– Sí, en cuanto acabe esto [un vídeo que está viendo, por ejemplo].
– Bueno, vengo después a ver si la has hecho.

El resultado suele ser que, al cabo de un rato, la mochila sigue igual y se vuelve a iniciar la conversación exactamente con las mismas palabras y la misma conclusión. Para no llegar a lo mismo, debemos provocar un compromiso, es decir, conseguir que nuestro hijo o hija se comprometa con lo que dice que va a hacer. Ese compromiso debe contener las máximas concreciones posibles: cuándo, cómo, dónde, con quién, etc… lo vas a hacer. Porque, cuanto más abstracto es algo, más fácil es dejarlo para mañana.

  • Establecer una jerarquía de intereses. Es bueno que escriba lo que le interesa: amigos, salidas, estudios, música, familia, deporte… y lo ordene jerárquicamente. Pueden ocurrir dos cosas: que el orden que ha establecido justifique dejarlo para mañana, lógicamente porque está al final del ranking, o que exista una incoherencia entre sus intereses y sus acciones, que también puede ocurrir.
  • En este caso, debemos hacerle ver la diferencia entre la coherencia y la funcionalidad. Se puede ser coherente y no funcional, es decir, que nuestra coherencia nos lleve a una situación no deseable, como es el caso de dejarlo todo para mañana. Si los estudios o el trabajo los colocamos al final del ranking, tendremos dos opciones: o hacer que suban para ser coherentes o ser incoherentes por mor de la funcionalidad, ya que no podemos vivir sin estudiar o trabajar.
  • Puede ocurrir también que nuestro hijo o hija esté acostumbrado/a a que siempre lo ha tenido todo hecho, siempre hemos acabado nosotros de hacerle la cama, recoger sus cosas, hacerle los deberes… Ahora, por supuesto, resulta muy difícil conseguir que lo haga. Quizá no nos hemos dado cuenta de que toda ayuda innecesaria es una limitación y no hemos acertado con el ejemplo; no obstante, no está todo perdido, por supuesto que no, ya que siempre se puede recomenzar, es cuestión de tenerlo claro, de quererlo y de hacerlo desde una posición optimista. Siempre se puede reiniciar: “A partir de ahora, las normas son éstas”. Lógicamente, es más fácil hacerlo a los 10 años que a los 15, pero se puede, es cuestión de combinar la exigencia con la flexibilidad y la determinación con el humor, así como estar convencidos de que es bueno para todos, y, sobre todo, para nuestros hijos.
  • Toda exigencia debe culminar en autoexigencia. Exigimos a nuestros hijos para que acaben exigiéndose a ellos mismos. De nada sirve conseguir que hagan las cosas bajo nuestra supervisión, si no conseguimos que las hagan motu proprio, por propia iniciativa cuando no les estamos controlando. Para ello, debemos ir desapareciendo poco a poco, vigilar desde la distancia, hacer que ellos mismos controlen los resultados de sus acciones, que ellos mismos acaben supervisándolas y no nosotros; al fin, conseguiremos que quieran hacer lo que hacen y no que hagan lo que quieran.
  • Fomentar el trabajo en equipo. El trabajo en equipo en cualquier ámbito, sea académico o deportivo, es muy positivo porque cada uno es responsable del resultado final, de modo que si uno no cumple su cometido, afecta a los demás. Los adolescentes que lo dejan para mañana suelen tender al individualismo y a no implicarse en proyectos comunes, porque saben que pueden decepcionar a los demás.
  • Por supuesto, tener un horario ayuda mucho. Cuanto más le cuesta hacer las cosas, más detallado ha de ser su horario. No estamos encorsetando su creatividad, sino encauzando su voluntad. Conforme vaya reforzándola iremos generalizando el horario, sin hacerlo desaparecer, pues todos necesitamos uno.


A durmir ! 10 erros comúns ao acostar aos nosos fillos

Republicado con autorización de http://www.escuelaenlanube.com/


La tarea de acostar a los niños a dormir todas las noches no debería convertirse en una guerra pero lastimosamente para muchos padres es así. Pues si ahora estás teniendo problemas aquí encontrarás los errores más comunes que los padres cometen.
Conócelos y evítalos.

http://www.educapeques.com/openx/www/delivery/lg.php?bannerid=190&campaignid=71&zoneid=42&loc=1&referer=http%3A%2F%2Fwww.escuelaenlanube.com%2F10-errores-comunes-acostar-a-los-ninos%2F&cb=6cd4ef0e7a10  errores al acostar a los niños  a dormir y sus soluciones

  1. Acostar a los pequeños muy tarde: un bebé o niño debería acostarse a dormir antes de las 8 de la noche y es que de hacerse más tarde estarán muy fatigados y muchas veces irritables. Debes tener en cuenta que nuestros pequeños necesitan entre 10 a 13 horas de descanso así que a acortarlos temprano.
  2. Arrullar al bebé o niño para que se duerma: es uno de los errores más comunes al acostar a los niños y es que como padres este estímulo nos parece uno de los más fáciles y efectivos para lograr que se duerman.
  3. Tener su cuna o cama llena de juguetes y elementos que los estimulan: Esto en realidad no es conveniente para incentivar el sueño y el descanso así que en la noche retira estos elementos.
  4. No tener una rutina para dormir: Lo mejor es desde muy pequeños preparar la mente de los niños para ir a la cama. Una ducha tibia, la puesta de la ropa para dormir,  dar el alimento, lavarse los dientes, etc., son muy útiles
  5. Un ambiente inadecuado: todas las luces encendidas en casa, mucha actividad y ruido claramente no son lo más conveniente para nuestros pequeños. Si queremos que el acostarlos sea algo más sencillos lo mejor es desde Usar una luz tenue, evitar la televisión o la música con un volumen muy elevado es lo mejor.
  6. No ser constantes con el método para acostar a los niños: si has comenzado a instaurar una rutina de sueño lo peor que puedes hacer es usarlas unos días y otros no. Para que una rutina sea efectiva la constancia es esencial.
  7. No tener en cuenta las señales de cansancio de tu pequeño. Normalmente los niños cuando están cansados y desean dormir se bostezan, se frotan los ojos o lloran. Si tu pequeño está así y lo ignoras lo agotarás más.
  8. Acostarlo en cualquier lugar: cuando se trata de ir a dormir lo mejor es proporcionarles un lugar adecuado, es decir su cama o cuna. Si bien en varias ocasiones puede que la hora de dormir llegue cuando están fuera debes tener en cuenta que acostar a los pequeños en la silla del auto o en el coche de paseo no les permite lograr un óptimo descanso.
  9. Permitirles jugar hasta muy tarde. Esto hará que a la hora de dormir los niños estén aún excitados. Evita esto y en cambio trata que tu pequeño esté relajado. No dejes de leerle un cuento o darle un rico baño.


Último error a evitar


Dejar que tu pequeño se duerma en tu cama y luego pasarlo a la suya. Esto es muy común y debes evitarlo, llevando a tu pequeño a su cama para que sea allí donde realmente se duerma. Puedes acompañarlo un rato pero el pequeño debe aprender desde pequeño a dormirse solito.

Que fago se ao meu fillo non lle gusta escribir?

Republicado con autorización de http://www.escuelaenlanube.com/


La Lectura y la escritura son muy importantes para la vida en general pues son dos poderos medios de comunicación, pero los padres nos vemos en una encrucijada y no sabemos qué hacer cuando nuestro hijo expresa que no le gusta escribir.

¿Qué debo hacer si mi hijo dice o demuestra que no le gusta escribir?

Cuando un pequeño se muestra negativo a escribir padres y maestros deben trabajar unidos, el primer paso es mostrarse permisivos, es decir, se deben fomentar actividades que no estén directamente relacionadas con escribir, que sean lúdicas y  que al niño le gusten, esto se hace para los pequeños mejoren su autoestima y se sientan seguros.
Luego deben empezar a realizarse alguna actividades donde de una forma indirecta el niño deba empezar a escribir pequeñas cosas para poder participar en ellas, como por ejemplo, hacer que escriba los nombres de quienes van a participar en determinada actividad.
De esa forma, lentamente el niño empezara a darse cuenta de lo importante que es escribir y poco a poco se animara a hacerlo más seguido hasta que termine pareciéndole indispensable para su día a día.

Los 8 consejos que debes seguir si a tu hijo no le gusta escribir

1.    No debes imponerle la escritura, sino que debes buscar diferentes actividades y herramientas que indirectamente hagan que los niños se interesen por escribir.
2.    Incitar a los niños a dibujar desde muy pequeños es una forma de prepararlos de forma adecuada para que más adelante quieran escribir.
3.    Debemos mostrarle de diferentes formas a los niños que escribir es una forma útil de comunicarnos, que además puede ser una actividad divertida.
4.    Tienes que tener presente que escribir no solo se puede hacer en una hija y un papel, para los niños puede ser más divertido rayar una pared que puedes empapelar y disponer para eso o incluso comprar un tablero, tizas o marcadores.
5.    En ningún momento puedes hacer que tu hijo se sienta mal si demuestra que no quiere escribir, no lo compares y demuéstrale que estás dispuesto a apoyarlo siempre.
6.    A casi todos los niños les gusta ir al supermercado o al centro comercial de compras, así que el día que debas ir a hacer compras pídele que te ayude a hacer la lista de las cosas que van a ir a comprar, esa puede ser una gran forma de incentivarlos a escribir.
7.    También puedes incitar a tu hijo a que tenga un diario donde escriba lo que le parezca importante de su día, no lo vayas a obligar a que te lo muestre, esto solo sería una actividad para él le tome gusto a escribir, pues podrá sentir un desahogo escribiendo.
8.    La navidad también puede ser una época perfecta para hacer actividades que inciten a tu hijo a la escritura. Por ejemplo puedes pedirle que hagan tarjetas de navidad para los amigos o que le escriba una carta a santa o a los reyes magos.

É o fillo único un neno mimado?

Republicado coa autorización de http://www.educapeques.com/
Autoría: Celia Rodríguez Ruiz (Psicóloga y Pedagoga)

En la actualidad son muchas las familias con un único hijo, bien por propia decisión o por casualidad. Tener un hijo, es motivo de preocupación, ya sea uno solo o sean varios. En el caso del hijo único, son muchos los tópicos y la preocupación de los padres y madres suele ser mayor. Son muchos los interrogantes ¿será un niño mimado?, ¿estará demasiado consentido?, ¿cómo se relacionará con los iguales sino tiene hermanos?, ¿será capaz de compartir?, etc…. Todas estas cuestiones abruman a las familias y no siempre saben cómo proceder ante la educación del hijo único.

Tópicos del hijo único

Son muchos los tópicos relacionados con el hijo único. Veamos cuales son estos tópicos y que hay de cierto en ellos.
  • El hijo único es un niño mimado.
  • El hijo único está más consentido y sobreprotegido.
  • El hijo único tiene dificultades para relacionarse con los iguales ya que no entrena habilidades con sus hermanos y hermanas.
  • El hijo único no sabe compartir.
  • El hijo único se puede convertir en un mandón y un desposta.
Estos son algunos de los tópicos que podemos escuchar en relación con el hijo único.

¿Qué hay de cierto en los tópicos relacionados con el hijo único?

Los tópicos son tópicos y no hay que darles más importancia. Que alguna vez se pueda cumplir alguno de los tópicos o varios de ellos, depende de la educación que reciba el niño y no de si es hijo único o no. Es como asegurar que el hijo único será rubio, será alto, etc… puede que los hijos únicos tengan esas características pero será causa de los genes de cada uno.
El hijo único no tiene por qué ser un niño mimado. Al igual que con cualquier niño, tenga o no tenga hermanos, eso depende del tipo de educación recibida. Cierto es que al tratarse de un hijo único podemos tender a consentirle más, a prestarle más atención, y centrarnos casi exclusivamente en él, pero si somos conscientes de ello y evitamos ciertas actitudes, no tendremos que preocuparnos porque el hijo único sea un niño mimado.

Riesgos en la educación del hijo único

El hijo único se desarrolla en un núcleo familiar, en el que está solo con sus padres. Sí será más o menos mimado, más o menos consentido o sobreprotegido depende de la educación que reciba, al igual que ocurre con otros niños, sean hijos únicos o no.
Es normal que al tratarse de un solo hijo, el padre y la madre, y posiblemente otros familiares centren su atención en él. En cambio cuando son varios hijos la atención, crianza y cuidados tiene que repartirse.
Esto es una realidad que no tiene por qué ser perjudicial para el desarrollo del niño. Simplemente debemos tenerlo en cuenta para evitar algunos riesgos, veamos cuales son estos riesgos:
  • Centrar toda nuestra atención en el hijo único.
  • Temer en exceso que le ocurra algo malo y sobreprotegerle.
  • Privarle de experiencias en las que tenga que compartir, tiempo, atención, juguetes, como ocurre entre los hermanos.
  • Consentirle demasiado.
Estos riesgos, pueden ocurrir también con niños que no sean hijos únicos, pero las características de la familia con un solo hijo son más proclives a que esto ocurra. Conocer estos riesgos y tenerlos en cuenta, nos será de gran utilidad para evitar consentir al hijo único y no convertirle en un niño mimado.

Consejos para no convertir al hijo único en un niño mimado.


  1. No centres toda tu atención en él. Reparte la atención en el niño, en tu pareja y en ti mismo.
  2. Aunque este él solo, tiene capacidad para valerse por sí mismo y poco a poco irá desarrollando esta capacidad. Es importante dejar que lo haga.
  3. No le des todo lo que quiera, aunque puedas dárselo.
  4. Enséñale a compartir, en lugar de con sus hermanos, con vosotros, puede compartir tiempo, atenciones y objetos.
  5. Procura que se relacione con otros niños y niñas, familiares, amigos,  etc… y que aprenda a compartir con ellos y a no ser el único niño.

En que fallamos na educación dos nosos fillos?

Republicado coa autorización de http://www.educapeques.com/
Autoría: Celia Rodríguez Ruiz (Psicóloga y Pedagoga)


Educar es un proceso en el que todos aprendemos y todos nos desarrollamos. En primer lugar es importante saber que cometer fallos es algo normal y natural que no debe preocuparnos en exceso. Veamos cuales son nuestros principales fallos cuando educamos a nuestros hijos:


  • Intentar ser perfectos nos hace muy imperfectos. Fallamos cuando pretendemos ser perfectos y no asumimos que nos vamos a equivocar en la educación de nuestros hijos e hijas. Al pretender ser perfectos solo logramos someternos a una presión innecesaria y contraproducente. Esa presión es contraria al proceso natural de desarrollo del niño/a, y repercute negativamente en el mismo.
  • No poner límites. Uno de los fallos más comunes y al mismo tiempo más perjudicial es la ausencia de límites. Los niños y niñas necesitan límites que guíen su conducta. No se trata de establecer unos límites excesivamente autoritarios, pero sí de establecer unos límites consensuados y equilibrados que sirvan de guía a su conducta.
  • No saber decir que no. En muchas ocasiones no sabemos decir que no a nuestros hijos e hijas. Nuestros cariño hacía ellos nos hace creer que debemos darles todo, que serán más felices si tienen todo lo que quieren. Los niños y niñas necesitan que les digamos que no.
  • No prestar atención a sus emociones y a su educación emocional. La educación emocional ha de ser una de las bases de la educación de los niños y niñas. Está demostrado que la inteligencia emocional es garantía para su bienestar y éxito actual y futuro.
  • No educarles en valores. La educación en valores ha de ser otro de los pilares de la educación de nuestros niños y niñas. Cuando no les inculcamos valores les estamos privando de los principios que necesitan para guiar su actuación.
  • No comunicarnos con nuestros hijos e hijas. Son muchas las ocasiones en las que dejamos de lado la comunicación. Les ponemos la tele, les pedimos que hagan los deberes, que se porten bien, que obedezcan, etc… pero no les hablamos y no les escuchamos. La comunicación es la base para la relación familiar y para el desarrollo sano de nuestros pequeños.
  • La sobreprotección es la mayor enemiga de su autoestima, de su confianza y por consiguiente de la concesión de sus metas personales.
  • No establecer unas reglas claras, concisas y concretas. Cuando el niño/a no comprende las reglas no podemos pedirle que la cumpla. Si no hay consistencia en la norma, normas a veces se puede otras no. Y si los diferentes agentes educativos no son congruentes en las diferentes normas.
  • No darles amor y cariño. Es fundamental no escatimar en muestras de cariño y amor.
  • Olvidarnos de que educamos con nuestro ejemplo. Los niños y niñas aprenden más de lo que ven que de lo que les decimos.

Guía sobre adolescencia

Preme na imaxe para acceder á guía.


Os menores e as tecnoloxías da información, comunicación e ocio

Guía para padres: Los menores y las tecnologías de la información, la comunicación y el ocio, é unha guía realizada por Tecnoeduca e editada pola Deputación de Alicante, dirixida a pais preocupados polo que os seus fillos podan facer ou atopar na rede. Nesta guía dividida en diferentes apartados fálase das redes sociais, dos videoxogos, do uso e do abuso das tecnoloxías da información e do ocio... dun xeito comprensible, a guía aborda toda unha serie de temas para achegar aos pais e educadorews ao cibermundo dos seus fillos ou alumnos.

Nesta guía de máis de 150 páxinas poderás aprender a utilizar estratexias de control parental coas que limitar a que lugares poden ou non poden acceder os teus fillos ou que facer no caso de que se atopen nalgunha situación de risco como a adicción ás redes, apostas online ou estea sendo vítima de ciberbullying.

Para acceder á guía preme no enlace.


Coruxo Móvese

A Fundació Isidre Esteve, entidade que ten como obxectivo mellorar a calidade de vida das persoas con discapacidade, pon en marcha un ano máis un evento de solidariedade e convivencia.
Deixemos que eles mesmos expliquen en que consiste:

El próximo domingo 7  de Junio volvemos con la Coruxo Móvese, para la Fundació Isidre Esteve es todo un privilegio volver a organizar este evento, una gran fiesta de la solidaridad y la convivencia.
Como en la edición anterior tendremos diferentes actividades:
Carrera de orientación en la que pondremos a prueba las distintas capacidades de nuestro participantes.Podéis inscribiros en equipos de 3 o 4 personas. Destinada a aquellos más aventureros.
La “Andaina accesible” recorrido  5 km en un entorno de lujo, entrando en la isla de Toralla y el puerto de Canido. Apta para todas las edades y condiciones.
Torneo Infantil “Ponte na súa pel” ( 8 a 14 años),  donde los participantes tendrán la oportunidad de practicar deportes adaptados como el baloncesto y el tenis en silla, goal-ball, circuito de obstáculos…
Durante toda la mañana tendremos una zona infantil donde nuestros monitores harán disfrutar a los más pequeños con juegos y manualidades.
Para todos nuestros participantes, una bolsa con obsequios, una camiseta conmemorativa y sorteo de regalos .
Y después de toda una mañana de actividad, una comida popular para acabar la fiesta de la mejor manera!
No hay excusa, hay actividades para todos. Una oportunidad de disfrutar de nuestro entorno de una manera distinta.
La Coruxo Móvese es una gran fiesta en la que  personas con discapacidad y sin discapacidad pueden realizar actividad física juntas, porque compartidas, las experiencias se disfrutan mucho más.
Parécenos unha actividade moi interesante e animamos a todo o mundo a participar.
Tedes máis información premendo na imaxe.

Socorro ! Teño un fillo adolescente

artigo republicado coa autorización de: Solohijos.com
autoría: José María Lahoz García Pedagogo (Orientador escolar y profesional), Profesor de Educación Primaria y de Psicología y Pedagogía en Secundaria

Ha llegado y te ha cogido por sorpresa. Tu hijo ya no es un niño y últimamente tiene conductas y actitudes que te desconciertan y, lo que es peor, que te disgustan. Te parece un ser desconocido, aunque sabes que está experimentando los cambios físicos y psicológicos que lo conducirán a la madurez. En definitiva, está en plena adolescencia. Al fin y al cabo, todos la hemos pasado como hemos podido.
¡Socorro! Tengo un hijo adolescente
Aunque parece un mensaje de socorro infiltrado en la web, sólo es el título de un libro que, por cierto, puede ser una lectura interesante. Pero su título recoge el grito callado de no pocos padres y de no pocas madres. Cuando llegan a una determinada edad, nuestros hijos, esos angelitos que llenaban de esperanza nuestras vidas, parecen haberse transformado en unos extraños seres que personifican algunas de las actitudes que tanto detestamos. Y su aparición nos desconcierta y su actitud nos resulta incomprensible.
Cuando reflexiono sobre ello me sorprendo a mí mismo… Me sorprendo de no entenderlos más, de no comprender sus sentimientos… Por increíble que pueda parecerme, “yo ya he estado allí”, yo también fui un adolescente, seguramente incomprensible para mis padres, y si hago un esfuerzo de memoria, puedo encontrar en mi propia historia detalles y actitudes comparables a las de mis hijos. ¿Será posible que la respuesta a nuestro desconcierto podamos encontrarla dentro de nosotros mismos? Es una posibilidad perfectamente válida si sabemos buscar con atención.
Pero por si la búsqueda resulta infructuosa me gustaría ofrecer algunas pistas que podrán ser de ayuda para comprender mejor a esos enigmáticos adolescentes.
La pubertad
Hay que empezar por la consideración de los fenómenos más evidentes y más generalizables.Me refiero a la pubertad, al proceso de cambios físicos y fisiológicos que transformarán el cuerpo del niño en cuerpo adulto. A partir de una cierta edad, entre los once y catorce años, se inician una serie de cambios físicos que, entre otras peculiaridades, diferencian de manera evidente el cuerpo de los chicos y de las chicas. Así, además de la aparición de vello en ciertas zonas del cuerpo y la aparición del apetito sexual junto con la capacidad reproductora, en las chicas se produce el desarrollo del pecho y caderas, junto con la aparición de la regla; en los chicos tiene lugar el ensanchamiento de sus espaldas, desarrollo muscular, aparición de la barba y poluciones nocturnas.
La adolescencia se entiende como el intervalo de tiempo que transcurre en la vida de una persona entre la pubertad -maduración sexual y aparición de caracteres sexuales secundarios- y la plena incorporación en la vida adulta.
A guisa de recopilación podríamos caracterizar al adolescente como una persona:
  • con unos recursos fisiológicos nuevos (fuerza, apetito sexual, capacidad para procrear)
  •  con más recursos intelectuales (pensamiento formal, cultura)
  •  que tiene que realizar algunas adaptaciones para llegar a la integración en el mundo adulto
La metamorfosis
Fundamentalmente, hay tres núcleos de adaptaciones cuya resolución indica el final de la adolescencia y el logro del equilibrio personal: la integración psicosocial, la integración afectiva y sexual y el hecho de asumir conscientemente algunos valores vitales.
Esa nueva persona que va apareciendo ante nuestros ojos ha sufrido una cierta metamorfosis,se ha transformado sin que nadie pudiera impedirlo. Y ese nuevo ser que nos resulta extraño, por lo drástico de sus cambios, es también un desconocido para sí mismo.
Hasta su propia cara ha cambiado, por lo que ha de mirarse mucho al espejo para familiarizarse con su nueva imagen, para perfilar su apariencia. Cuando niño se conocía perfectamente, no necesitaba contemplarse, ahora tiene que reencontrarse consigo mismo. Nos miraba, de pequeño, de abajo a arriba y ahora nos mira de igual a igual o de arriba abajo y, por eso, desconoce la nueva situación y no sabe como actuar… A veces tímido, a veces insolente, busca la manera de ponerse a nuestra altura. Y en los primeros intentos casi nunca acierta…
Toma de decisiones e inexperiencia
Algunas de sus conductas podrían ser calificadas como pautas de conducta enfermizas, pero en cambio no suele ser así, no hay que confundir ‘adolescente‘ con ‘persona defectuosa’, ‘incapaz de…’, sino más bien pensar en él como persona en proceso de adaptación que ha de tomar algunas decisiones difíciles y ha de realizar algunos aprendizajes también difíciles. Y todo ello desde la inexperiencia propia de un adulto novato.
En su etapa vital adolescente tendrá que conseguir adaptarse a su nueva realidad física y a las posibilidades que le ofrecen sus nuevas capacidades. Deberá conocerse, aceptarse y potenciar sus mejores cualidades. Pero además tendrá que conseguir su integración en el mundo sociolaboral, solucionar sus necesidades afectivas y de relación sexual y asumir como propios los valores fundamentales que regirán su vida.
Ardua tarea para tan abundante inexperiencia, pero no desproporcionada porque cuenta con la fuerza de la juventud y, como no, con la ayuda de sus padres si nos ponemos a la tarea.
La lectura de los artículos relacionados con esta temática y de los libros recomendados será, con seguridad, una ayuda apreciable.
Recuerda:
  • No nos precipitemos. Cuando nuestro hijo o hija de más de 12 años presenta formas de conducta diferentes a lo que hemos observado hasta ahora y que a nosotros nos parecen indeseables o inapropiadas, dediquemos algún tiempo a reflexionar sobre ellas e intentemos descubrir los motivos de dicha conducta. Si logramos comprender los motivos de dicha conducta, seguramente encontraremos formas de actuar en el caso que lo juzguemos conveniente.
  • Para descubrir los motivos o causas de la conducta no deseable de nuestro hijo o hija, además de invertir tiempo es recomendable:
– Pedir a nuestro hijo o hija que nos explique las razones que le impulsan a obrar así. No se trata de recriminar su conducta o de explicarle que se comporta mal, se trata, antes que nada, de comprender sus motivos y sus sentimientos. Sólo después de tener una idea clara de ello estaremos en condiciones de intervenir con una mínima garantía de éxito.
– Intentar encontrar en nuestra memoria alguna forma de comportamiento de cuando nosotros teníamos su edad, que tenga alguna relación con la conducta que observamos en nuestro hijo. Si lo conseguimos, seguramente nos será más fácil entender sus sentimientos o razones.
  • Seguramente nos será de gran ayuda, si tenemos un hijo o hija adolescente, leer los artículos recomendados que tratan sobre diferentes aspectos del desarrollo del adolescente.

Premiar as notas

artigo republicado coa autorización de: Solohijos.com
autoría: Pablo Pascual Sorribas (Maestro, licenciado en Historia y logopeda)

Muchos padres, llenos de buena voluntad, prometemos a nuestros hijos grandes premios para animarles a estudiar. Pero se trata de un método un poco arriesgado que no siempre viene acompañado de mejores resultados. ¿Es una buena estrategia prometer para aprobar?
Todos los padres deseamos fervientemente que nuestros hijos saquen buenas notas en el colegio. La inteligencia es un factor muy complejo que, afortunadamente, los psicólogos y profesionales de la enseñanza tratan cada día con más delicadeza y profundidad. Ahora ya se sabe que hay muchas clases de inteligencia, una de ellas es la que necesita nuestro hijo para superar sus exámenes escolares. Pero afortunadamente no es la única.
Aunque el valor de una persona no puede ni debe medirse por el catalejo miope de las calificaciones académicas, lo cierto es que en la sociedad actual tienen un valor desmesurado, y que los padres hacemos todo lo que podemos para que las notas de nuestros hijos sean lo más brillantes posible.
Dentro de esta dinámica, un recurso muy utilizado por los padres es ofrecer a su hijo un regalo si aprueba la evaluación o si saca buenas notas. Pero estas técnicas no acostumbran a tener el resultado que habíamos imaginado.
No conozco a ningún estudiante al que le guste fracasar en sus exámenes. La satisfacción por el éxito es algo natural en las personas pero los padres acostumbramos a explotarlo muy poco.
Infravaloramos esa necesidad que tiene todo ser humano de demostrarse a sí mismo y a los demás lo que es capaz de hacer y la sustituimos por un bien material. Pero en realidad, la alegría y el bienestar interior que producen el éxito y la superación de las dificultades, no se puede suplir con ninguna recompensa material.
¿Qué pasa cuando prometemos un regalo para que el estudiante apruebe?
Un padre de primero de primaria me dijo que le había comprado un juego de ordenador a su hijo porque se había superado en la segunda evaluación. Le dijo: “Si te sigues esforzando y las próximas notas mejoran, te compraré otro juego”. Supongamos que todo va bien y obtiene el regalo. Cuando llegue segundo, probablemente, su hijo le pediráun regalo mejor y más caro. ¿Qué pasará en tercero de primaria?, ¿y en segundo de ESO? Yo lo imagino diciendo a su padre: “O me compras la moto o no apruebo”.Esa no es una buena manera de proceder. Las buenas notas se han de elogiar, ensalzar, aplaudir…pero jamás comprar. El trabajo del estudiante es estudiar. El nuestro es apoyarle en todo lo que necesite como estudiante y como persona. Reconocerle sus méritos, habilidades y ayudarle a aceptar sus limitaciones que también las tiene, como todo el mundo.
Además, cuando a pesar de la recompensa prometida, nuestro hijo no triunfa, la sensación de fracaso aumenta porque no ha conseguido la meta ni siquiera con los estímulos anunciados.Desde esta perspectiva, cuanto más grande es el premio, mayor es el malestar interior que provoca el fracaso y más disminuye la autoestima.
Yo no creo que sea una buena técnica prometer para aprobar. Otra cosa diferente es que toda la familia se alegre de los éxitos de uno de sus miembros, lo alaben y lo festejen. Llegan las notas, son buenas, todos nos ponemos contentos, felicitamos al triunfador y se celebra de la manera que a la familia le parezca más oportuna: yendo todos a cenar a su restaurante favorito, al parque de atracciones, regalando (¿por qué no?) aquello que tanta ilusión le hacía y que había pedido para Reyes…
Quizás tú, como padre o madre, me dirías ahora que te acabo de dejar sin la única herramienta que conocías y ponías en práctica para motivar a tu hijo en sus estudios. En este caso te pregunto: ¿Te funciona? ¿Tu sentido común te dice que los premios que le has dado hasta ahora están dentro de unos límites razonables? ¿Acepta tu hijo que no siempre puede haber premios extras? Si ya tiene más de 10 u 11 años, ¿es consciente de que el regalo es un detalle para demostrar tu alegría por su éxito, pero que lo importante es lo que ha aprendido porque le servirá para aprender más y ser cada día más inteligente?
Si la respuesta a estas y otras preguntas similares es positiva, puedes seguir con tu sistema de motivación. Probablemente, junto al premio material pones en práctica otras estrategias de las cuales tal vez no eres consciente.
Pero si los éxitos no llegan, los regalos son exagerados o sientes que tu hijo se está “materializando” e incluso haciéndote chantaje para estudiar, (“si no me compras la moto…”) tal vez sea el momento de buscar otras técnicas de motivación más adecuadas.
Recuerda:
  • No debes hacer promesas por las notas. Ni positivas ni negativas.
  • Intentar comprar el aprobado con un regalo material no es educativo.
  • Acostúmbrate a celebrar las buenas notas de tu hijo una vez ya las ha traído a casa. Podéis celebrarlo de la manera que a él le haga más ilusión: ir al cine, a cenar, al parque de atracciones, etc.
  • Los padres acostumbramos a explotar poco la satisfacción que nuestros hijos sienten por el mero hecho de aprobar y superarse a sí mismos. Podemos potenciar esa satisfacción felicitándole siempre que supere un examen o un trabajo. O cuando fracase pero se haya esforzado en la consecución de la meta. Motiva la satisfacción de acercarse a la meta, no solo los resultados académicos.
  • Debemos enseñar a nuestros hijos que los más beneficiados por sus notas son ellos mismos.
  • Los hijos tienen dignidad y quieren que se les respete. Prefieren el reconocimiento diario a su trabajo y esfuerzo.
  • A pesar del esfuerzo, no siempre se triunfa. Si no has hecho promesas materiales por el resultado, es más fácil felicitarle por su trabajo.
  • El éxito en los estudios, sobre todo en primaria, no es sólo responsabilidad de tu hijo. Ayúdale desde el primer día de clase, es más efectivo que las promesas materiales.