Como axudar a un cativo a pedir perdón

Republicado con autorización de: http://www.solohijos.com/
Autoría: Elena Roger Gamir,  pedagoga 

Todos sabemos por experiencia propia lo que cuesta pedir perdón y reconocer los errores. Y a medida que nos hacemos mayores, más difícil es. Sin embargo, la persona que sabe perdonar vive más feliz, sin rencores y sin tantas presiones internas; perdonar se convierte así en una herramienta terapéutica para el alma. Y tan necesaria es para los niños como para los adultos.

“Pedir perdón” de manera consciente y voluntaria ayuda a los niños a:

  1. Ser responsables de sus actos
  2. Ser respetuosos con los demás
  3. Reconocer y cambiar comportamientos negativos
  4. Desarrollar habilidades cognitivas

Tres consejos para enseñar a los niños reconocer sus errores y disculparse por ellos:

1. A través de tu ejemplo. Perdona cariño, papá ha llegado tarde a recogerte; lo siento. Intentaré no volver a hacerlo. No solo en las cosas que le atañen a él, sino como principio de vida en tu familia. En tu relación con tus hijos y con tu pàreja. Con tus amigos, en el supermercado o en el pediatra. Reconocer los errores y disculparte por ellos si es que afectan a los demás debe ser un principio de vida y no solo una estrategia educativa.
2. Reflexionar en lugar de obligar. Tu hijo debe darse cuenta de lo sucedido. No des por sentado que un niño tan pequeño entiende que su amigo llora porque le ha quitado su camión. En lugar de obligarlo a pedir perdón, repasa la situación con él y hazle preguntas¿Cómo se sentía Carlos antes de quitarle su camión? Uhmm… Y ahora que se lo has quitado?…Vaya… ¿te imaginas que tú estás jugando tan tranquilo y un niño te lo quita sin pedirte permiso?  Qué tristeza, verdad? ¿Que te habría gustado que hiciera Carlos si él te hubiera quitado el camión?¿Qué podrías hacer tú para que Carlos no estuviera tan triste?  De esta manera permites que tu hijo se percate de su error, encuentre su propia solución y una respuesta compensatoria.
3. Enséñale a que describa. Decir “perdón” no es lo mismo que “pedir perdón” con reconocimiento del error e intención de no repetirlo. Para que un niño se percate de su responsabilidad en el acto, comprenda que se ha equivocado o que las consecuencias de sus actos han afectado a los demás debemos enseñarle a describir. Un niño pequeño solo lo aprenderá si te ve describir a ti en todos los contextos: me quiero disculpar contigo PORQUE te he gritado. Creo que no es necesario gritarte para decirte las cosas. Papá se ha equivocado. En esta casa no se grita, se habla con cariño, lo siento”.

Nunca obligues a tu hijo a disculparse.

En su lugar, dale información de lo sucedido y una oportunidad para hacer algo por el otro. Es la única manera, junto a tu ejemplo, de que entienda hasta donde llegan las consecuencias de sus actos en los demás y busque estrategias reparadoras. Si le obligas, solo consentirás que pida perdón por coacción o obediencia ciega y que crea que así se resuelve la situación sin sentir ninguna necesidad de cambiar su comportamiento.
El objetivo de pedir perdón no es solo disculparse sino que obre en su mente una modificabilidad cognitiva, que entienda cuál fue su error y el alcance del mismo para así buscar estrategias para no volver a repetirlo. Se trata de que entienda que todos los errores tienen solución y que está en su mano compensar la falta y evitar que se repita. Un error es una oportunidad de aprendizaje y no un medio para hacer sentir culpable o mal a los niños.
Al ayudarle a pedir perdón fomentas habilidades cognitivas como la percepción clara y precisa, instrumentos verbales adecuados, capacidad de considerar dos o más fuentes de información la vez, capacidad de percibir y definir el problema, habilidad para diferenciar datos relevantes e irrelevantes, amplitud del campo mental, Interiorización del propio comportamiento, pensamiento hipotético, comunicación descentralizada…
Maneras de pedir perdón sin decirlo con palabras: la caja de la amistad
Los niños de 3-4 años a menudo tienen su propio lenguaje emocional para pedir perdón. Respétalo y foméntalo. Y si no lo tienen, ayúdales con “la caja de la amistad”, una caja que contiene cartulinas con ideas emotivas para pedir perdón: dale un abrazo de collar, dale un beso de pingüino, dile que le quieres con amor de pajarito, acaríciale la puntita de la nariz, déjale tu peluche de buenas noches…