8 ferramentas para loitar contra o estrés infantil

Republicado con autorización de http://www.psicologosantacoloma.es/

“Por cada minuto que estás estresado, pierdes 60 segundos de felicidad”

¿Qué es el estrés infantil?

El estrés es una palabra bastante utilizada en las últimas décadas y, definida como algo negativo en nuestras vidas. Pero en realidad nosotros no podemos vivir sin estrés ya que sin él no reaccionaríamos ante el peligro.
Vamos a imaginarnos que estamos en medio del Amazonas y de repente nos encontramos con un jaguar. ¿Qué comienza a ocurrir en el interior de nosotros? Empezamos a activar nuestro cuerpo proporcionándole actividad y energía acelerando el corazón, tensar los músculos y la respiración va más rápido. Después que el estresor haya desaparecido, el cuerpo empieza a volver a la normalidad. Esta respuesta ayuda a sobrevivir con lo que confirmamos que el estrés es bueno.

Entonces, ¿Por qué utilizamos el estrés como algo no positivo? Cuando esta reacción de estrés dura mucho tiempo o cuando la amenaza ya no está delante de nosotros y aún así continúan los síntomas, aquí hablamos de un estrés que puede afectar negativamente a nuestra salud.

El estrés en los niños

¿No habéis tenido el deseo alguna vez de volver a querer ser niños para no tener preocupaciones? Pues este deseo no hará que dejéis de tener estrés, ya que los niños también tienen preocupaciones en muchos aspectos de su vida.

Factores que pueden generar estrés en los niños:

·         Escuchar a los padres discutir
·         Divorcio en los padres
·         Discutir con los amigos o compañeros de clase
·         Padecer bullying
·         Rivalidad entre hermanos. Celos
·         Tener miedos (oscuridad, perros, ruidos fuertes,…)
·         Familiares que padecen estrés
·         Familiares con problemas de salud

Signos de estrés

No es fácil reconocer el estrés pero hay indicadores que ayudan a sospechar que estamos ante un cuadro de estrés:
·         Cambios de humor
·         Mal comportamiento
·         Mojarse en la cama
·         Celos
·         Alteraciones del sueño
·         Tristeza sin motivo aparente
·         Problemas de concentración
·         Problemas psicosomáticos (dolor de cabeza, barriga, alergias, eczemas, palpitaciones, etc.)
·         Hábitos nerviosos y tics (enredar el pelo, morderse las uñas, chuparse el dedo, movimientos en los ojos,…)
·         Falta de apetito o comer compulsivamente.



¿Cómo reducir el estrés infantil?

1.     Aumente la calidad de atención a los niños. Hoy en día tenemos menos tiempo para los niños, por ello debemos aprovechar estos momentos para prestarles toda nuestra atención con el fin de que se sientan comprendidos y protegidos por nosotros.
2.     Empieza el día sin correr. Como hemos dicho anteriormente, apenas tenemos tiempo para estar en familia, con lo que si puedes tener la oportunidad, levántate un poco antes y empieza a disfrutar el día con un desayuno en familia.
3.     Padres relajados, niños relajados. Recuerde que eres un modelo a seguir para tu hijo, con lo cual, intenta reducir tu estrés para reflejarle tranquilidad y harmonía.
4.     Enséñale a tu hijo a relajarse. Hay un sinfín de métodos de relajación que hacen que el niño se pueda calmar. Te recomiendo un libro llamado: “Atentos y tranquilos como una rana” en el que te proporciona trucos para relajar a toda la familia.La relajación, meditación y el yoga son disciplinas básicas que si se realizan desde muy pequeños, ayudarán a que puedan gestionar mejor las situaciones de estrés.
5.     Enséñales a meditar. Instruye a los más pequeños a que tengan momentos de calma imaginándose que están en lugares tranquilos como una playa o volar en el espacio. Esto ayuda con una música tranquilizante. También enséñales a cómo saber respirar de manera que lo puedan extrapolar en momentos de tensión.
6.     Dieta equilibrada. Investigaciones recientes demuestran que la dieta es un factor importante a la hora de reaccionar con el estrés. Por ello, debemos tener en cuenta qué es lo que comemos regularmente.
7.     Mensajes positivos antes de dormir. Siéntate con tu hijo durante unos minutos y haced un resumen del día pensando en las cosas buenas que han sucedido.
8.     El deporte. La actividad física reduce el estrés.