8 trucos para facer máis felices aos nosos fillos

 

Autoría: Eugenia Olego
Republicado con autorización de: http://www.psicologosantacoloma.es/

 


Según algunos estudios, el 60% de la felicidad es debido a factores genéticos; el resto depende de factores externos. Y es aquí donde nosotros nos hacemos, de alguna manera, responsables de potenciar la felicidad de los más pequeños ya que ésta también se puede aprender.

A continuación, os facilitaremos unas propuestas para que podamos aumentar LA FELICIDAD de nuestros pequeños:
1. ¿Son felices los que hay a su alrededor? Es importante que los demás miembros de la familia se sientan satisfechos consigo mismos para poder transmitir a los nuestros armonía. Si nosotros no somos felices, raramente podemos enseñarles lo que es la felicidad.

2. Autonomía. Vistiendo a tus hijos para que no lleguen tarde o darles de comer porque son “malos comedores” o simplemente porque están embobados viendo la televisión, hacemos que los niños se conviertan en personas que no saben gestionar situaciones por sí mismos. Estimular la independencia de los niños, ayudará a potenciar su autoestima y seguridad en sí mismos.

3. Compartir y pensar en los demás. Algunos estudios confirman que las personas que se interesan por su alrededor tienden a ser individuos menos deprimidos. Los especialistas sugieren que fomentar la humanidad y ayudar a los demás es una parte importante de la vida familiar y los niños pueden beneficiarse mucho de ello.
Incluso ayudar en casa con pequeñas tareas hará que tu hijo aprenda el sentido de contribuir.


4. Juega con tu hij@. El juego fomenta la comunicación entre padres e hijos. Ayuda a crear un espacio en el que se fortalecen los vínculos a través de un medio lúdico. Jugando con ellos les acompañamos a descubrir del mundo y de ellos mismos. Es una manera fácil de acercase a los hijos, de comprenderlos, de ponerse a su misma altura para aprender a entenderlos mejor.

Potencia los juegos de cooperación y reduce los competitivos.

5.  Deja que exprese sus emociones. La rabia o la tristeza son emociones que a nosotros no nos gustan ver de nuestros hijos, pero si las ignoramos, lo único que haremos es que estos sentimientos se vuelvan más intensos y más difíciles de manejar. Conocer y controlar las emociones, son esenciales para que nuestros hijos se desenvuelvan adecuadamente en sociedad, de ahí que nosotros somos los encargados de dejar que se frustren cuando no consiguen los que quieren o dejarles que lloren cuando un amigo no ha querido jugar con él/ella. Dejar que sientan, independientemente de la emoción, ayuda a desarrollar su inteligencia emocional.
5. Normas y límites. Permitirles todo a nuestros hijos, ayuda a que dejen de valorar las cosas ya que todo lo consiguen fácilmente. Pero, ¿y qué sucede cuando se encuentra en una situación en la que no adquieren lo deseado? Pues cuando no lo logren a la primera su frustración será más elevada. Por eso debemos darles unas normas ya que nuestra sociedad se rige por éstas.
6. Escúchales. Tus hijos saben perfectamente cuando se les está escuchando de verdad. Deja el móvil o la televisión cuando tus hijos te necesiten; te sentirás más conectado con él y le ayudarás a sentirse comprendido.
7. Refuerzo positivo. Si nos fijamos solamente en lo que hacen mal, lo que hacemos es pisotear su autoestima y confianza en ellos mismos. A veces pensamos que no son capaces de hacer ciertas cosas. Vamos a enviarles más mensajes de apoyo y confianza: “No pasa nada porque hayas suspendido esta asignatura, ahora sé que si te esfuerzas podrás hacerlo mucho mejor”.
8. Paciencia. Padres tranquilos, hijos calmados. Los adultos que transmiten paciencia, generan un ambiente relajado. Ello hace que los niños puedan gestionar mejor situaciones de estrés que ocurren habitualmente en la vida.