Republicado con autorización de: http://www.educapeques.com/
Cada vez es más frecuente que en
los ámbitos escolares se intente recurrir a técnicas de relajación para niños
de diferentes edades.
Ocurre que estas técnicas
(milenarias en oriente y relativamente recientes en occidente) prometen
beneficios para grandes y chicos.
Las técnicas de relajación para
niños se utilizan para regresar a un estado de relajación después de alguna
actividad que le ha demandado una gran exigencia (por ejemplo una actividad
física).
Sin embargo sus usos pueden ser
muy efectivos dentro del aula dado que favorece la concentración, aclara la
mente, fortalece el sentimiento empático en el niño, produce bienestar, evita
conflictos o roces, fortalece el vínculo afectivo generando lazos entre pares y
superiores.
Antes de comenzar…
La relajación del cuerpo. Antes
de empezar es importante que cada niño se encuentre en un estado relajado.
Bastará con que se siente en su lugar y coloque sus brazos sobre los que
reposará su cabeza.
Cerrando los ojos. Existen
técnicas que no necesitan que los niños cierren sus ojos pero recomendamos que
en este caso lo hagan para poder concentrarse sólo en la voz de la docente.
También (y en vez de hablar)
puedes utilizar una grabación pero el grado de concentración por parte de los
niños no será tan alto pues ellos se guiarán por tu voz.
Evita que los niños hablen entre
sí, se molesten o mantengan los ojos abiertos. Esto los ayudará a concentrarse
en la técnica de relajación.
Técnica de relajación
para niños
Existen diferentes técnicas de
relajación para niños pero la que mencionaremos a continuación es, según
nuestra experiencia, una de las más efectivas:
·
La
respiración. Es importante comenzar a hablarles en forma pausada, sin elevar la
voz y de forma muy amorosa.
·
Comienza enfocándote en las partes de cuerpo que
se irán relajando. Puede ser de utilidad utilizar algún tipo de música de
relajación de fondo.
·
Luego enfócate específicamente en la respiración
para que ellos comiencen a ser conscientes del aire que ingresa y sale de sus
pulmones. Esta relajación debe ser pausada y no forzada.
·
A
continuación puedes comenzar relatando que ellos se encuentran en un campo, un
prado, un bosque, una playa, etc y que está caminando por ese lugar. Describe
con detalles cada paso. Es de mucha utilidad que relates sensaciones (por
ejemplo si relatas que tocan un río con las manos, puedes añadir que el agua no
está muy fría).
·
A continuación puedes agregar que “beben un poco
de agua de ese río o manantial”. Es importante describir toda la escena con la
mayor cantidad de detalles posibles.
·
Haz
que el niño avance en la escena. Frecuentemente se utiliza esta técnica para
pasar de unestado de alteración a un estado de tranquilidad. Por ende es de
utilidad que en lameditación guiada el niño deba atravesar un puente, una
puerta, etc.
·
En
silencio. A menudo suele ser de utilidad que, al llegar a esta instancia el
relator permanezca unos minutos en silencio.
·
De
regreso. Luego que hayan trascurrido al menos 10 minutos, emprende el viaje de
regreso. Este no debe ser un regreso abrupto sino todo lo contrario. Puedes
comenzar relatando que “ahora comenzarás a caminar lentamente por el camino por
el que vinimos, paso a paso”. Puedes mencionar algo que hayas descripto en el
viaje de ida.
Trascurridos unos 5 o 7 minutos
del regreso, continúa hablando de forma pausada pero no te quedes en silencio.
Finalmente pídeles que abran sus
ojos.
Comentarios finales
Luego de la meditación guiada…
Notarás que unos pocos abren los
ojos instantáneamente. Esto significa que ese niño o niña no ha podido
disfrutar de la relajación.
Aquellos que demoren unos minutos
en reaccionar son los que sí han podido escucharte y seguir tus palabras en
detalle.
Incluso habrá otros que
directamente se hayan quedado dormidos. En este caso, no los despiertes con
sobresaltos sino más bien, apoya tu mano de forma amorosa y sutil sobre el brazo
de ellos hasta que se despierten.
Tiempo total de la meditación: 30
o 35 minutos.
Resultados: Si bien los
resultados dependerán de cada grupo de niños en particular se han podido
observar resultados marcadamente positivos no sólo en la relajación de los
niños sino también en el personal docente.
Por otra parte los resultados
educativos también resultan ser más positivos respecto de aquellos niños que
nunca han experimentado una técnica de relajación.