Pais e nais adoptivos: sencillamente pais e nais

Republicado con autorización de: Carlos Pajuelo

Los padres y madres adoptantes son sencillamente padres y madres

¿Qué hace falta para ser padre, para ser madre? Sencillamente querer criar, con todo lo que conlleva, a un hijo.

Tener hijos es un deseo común en muchas familias. Y como tenemos una gran diversidad de familias nos encontramos en esas familias tanto a personas que desean tener hijos y la naturaleza se lo pone fácil; a personas que desean tener hijos y, por diferentes razones, la naturaleza se lo pone imposible como a personas que desean ejercer la tarea de padres y eligen la adopción para ello.

Es un gran reto para estos padres, tengan hijos o no, y que tienen el mismo deseo e ilusión que el resto de padres, tener que afrontar la adopción como una vía para tener hijos, para poder ejercer la tarea de ser padres.

Cinco cosas para tener en cuenta:

1.- ¿Habías caído en la cuenta de que a los únicos padres a los que se les examina para ver si tienen capacidad, competencia, habilidad para ser padres es a los padres adoptivos? Así empieza su andadura.

2.- Una vez examinados y considerados aptos, comienza su espera. El “embarazo”, la espera de los padres y madres adoptivos puede durar 30 meses o más. Y durante todo ese tiempo están atentos, esperanzados e ilusionados, pero también están asustados, con inseguridad, con dudas  y temores, cómo dice mi amigo José Lucas: “Muchos meses viajando en una montaña rusa”.

3.- Los padres y madres adoptivos son igualitos que los padres biológicos, son simplemente padres, pero sus hijos no. Los hijos adoptivos, por sus circunstancias, pueden acarrear unas carencias en la formación del apego, de la seguridad emocional que generen trastornos del vínculo. Muchos de los niños entregados en adopción han padecido abandono desde los primeros días de su vida, porque sus padres, por razones económicas, sociales, personales no han sabido, o no han podido, ocuparse de ellos. Así los niños, desde estos primeros años de vida, se vuelven inseguros, desconfiados y suelen tener dificultad para establecer vínculos firmes y seguros emocionalmente con un adulto.

4.- Por esta razón los padres y madres adoptantes tienen que ayudar a sus hijos a que recobren esa confianza en los demás, a que forjen su autoestima dañada y este proceso lo tienen que realizar conviviendo, muchas veces, con la incomprensión de muchos de los que les rodean.

Tienes que saber que:

Los trastornos del vínculo pueden originar durante la infancia y la adolescencia problemas de conducta en esos niños, problemas de atención, de hiperactividad, conductas para llamar la atención, etc.

Por eso es conveniente no caer en el error de decirles a esas padres frases del tipo: “claro, es que como lo habéis deseado tanto pues lo tenéis malcriado” y otras frases que menoscaban la competencia educativa de estos padres y madres.

Los padres y madres adoptantes tienen que luchar hasta la desesperación para que entiendan que los problemas de conducta de los niños adoptados no son debidos, por lo general, a malas prácticas educativas y sí a que los niños han sufrido una carencia de la que cuesta mucha dedicación y tiempo para recuperarse.

Los padres se desesperan porque esa falta de comprensión se da tanto en el ámbito familiar, con las amistades, como en los centros escolares, y hace que se sientan solos e incomprendidos en la tarea de educar a sus hijos. Y nos necesitan a todos.

Necesitan algo tan sencillo como que entendamos que no se les puede comparar con otros niños. Necesitan que, en vez de reproches, les tendamos la mano. Necesitan ser escuchados. Necesitan lo que necesitamos todos los padres, que se nos valore y refuerce como padres que educan.

5.- Los padres adoptantes son generosos y su generosidad hace posible no solo que puedan ejercer la tarea de ser padres sino también, la de dar un hogar, una familia a unos hijos que estaban empezando a perder la confianza en los demás.

Los padres adoptantes son como tú y como yo. Sienten como tú y como yo sentimos. Quieren a sus hijos como tú y como yo queremos a los nuestros.


A veces los padres y madres lo único que necesitamos es que alguien nos escuche y nos entienda.