Os amigos imaxinarios

Republicado con autorización de: https://www.psicologosantacoloma.es
Autoría:  Ylenia Regales Mecinas

¿Has tenido alguna vez un amigo imaginario con el que jugabas de pequeño y que sólo existía en tu imaginación? Es muy común que en la etapa de los dos-tres años, hasta los siete-ocho años de edad, algunos seres, amigos, o héroes imaginarios aparezcan en el día a día de los niños. Un estudio realizado por la Universidad de Washington y la Universidad de Oregón  concluyó que dos de cada tres niños tienen amigos imaginarios de los cuatro a los siete años. Además, el estudio señala que la tercera parte de los niños en edad escolar lo seguía teniendo y que el 70% del total de la muestra (152 niños) eran niños primogénitos o hijos únicos.

¿Por qué tienen los niños amigos imaginarios?

Los amigos imaginarios pueden ser de distinta naturaleza, como personas u objetos, visibles o invisibles, y es con ellos con quienes el niño tiene un espacio para conversar, jugar y pelear.

¿Cuántos de nosotros hemos imaginado, de pequeños, que nuestros peluches eran compañeros de clase, superhéroes o nuestro nuevo mejor amigo?

Es en esas situaciones donde los más pequeños:

  • Aprenden a expresar sus sentimientos, positivos y negativos, a un mundo paralelo al suyo.
  • Adquieren más confianza en sí mismos.
  • Aprenden a ser más fuertes y capaces.
  • Controlan más sus emociones.
  • Desarrollan la empatía.
  • Mejoran sus habilidades sociales.
  • Desarrollan la creatividad.
  • Satisfacen alguna necesidad que no tienen en su entorno habitual.

Fijémonos en el siguiente ejemplo:

“Ana tenía 5 años, y sus padres se habían separado hacía 2 meses. Un día, mientras pasaba el fin de semana con su padre, Ana empezó a tener una amiga imaginaria, María. El papá de Ana estaba atento a las conversaciones que tenían, y vio como conversaban, discutían y divertían.

Ese mismo domingo, antes de irse a casa de su madre, Ana le dijo a su padre:

- Papá, me voy, pero sé que vas a estar bien, porque María se queda aquí para cuidarte.”
En este caso observamos como Ana ha desarrollado un mecanismo mental, su amiga imaginaria, para lidiar con el trauma de la separación de sus padres.

Los niños son conscientes del mundo real, pero a esas edades todavía les cuesta asimilarlo y aceptarlo tal como es. Por esta razón ellos crean un mundo donde todo es posible, permitido y solucionado.

Es importante entender que no es algo patológico ni anormal, pero ¿qué debemos hacer los padres? ¿Cómo podemos participar?

Si tu hijo tiene un amigo imaginario, es aconsejable que lo observes discretamente, más que nada para detectar en sus conversaciones alguna necesidad o deseo emergente, y saber si su amigo es bueno o malo. Esta observación te ayudará también a conocer mejor a tu hijo.

Nunca se le ha de regañar por ello, ya que eso puede herirles, hasta tal punto, que no quiera jugar con su amigo imaginario cuando tú estés presente.

Lo importante es controlar el tiempo que nuestro hijo juega diariamente con su amigo imaginario y descubrir si está expresando alguna necesidad.

¿Cuándo el amigo imaginario se convierte en una preocupación?

Los padres hemos de empezar a preocuparnos y consultar a un especialista cuando:

  • Se agarra al amigo imaginario hasta tal punto que le impide cumplir con sus tareas cotidianas.
  • Ya no desea tener amigos reales para jugar y relacionarse.
  • Se  vuelve retraído y no socializa con sus compañeros.
  • Ha adquirido un comportamiento agresivo a causa de un amigo imaginario violento.


Es en esos casos cuando puede existir algún problema, por lo demás, no existen razones para preocuparse. De la misma forma en que llegan los amigos imaginarios, se van y desaparecen con el tiempo, coincidiendo con el desarrollo de las funciones del lenguaje, lógica, memoria e inteligencia.