As mentiras: ferramentas para previr a mitomanía infantil

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La mitomanía infantil es el uso continuo de mentiras durante la etapa infantil para evadir problemas o responsabilidades de sus actos. Esto es un problema conductual que siempre ha existido y que, sin embargo, todavía no existe un método comprobado para lidiar con esta conducta. Una conducta que, si no se corrige a tiempo, tendrá graves consecuencias a lo largo de la vida del niño, dificultando las relaciones laborales, de amistad, pareja e incluso con uno mismo.
Cabe destacar que, a pesar de que es una conducta que puede afectar en enormes medidas durante la edad adulta, se puede corregir rápidamente si se detecta de manera inmediata durante la etapa infantil. Los psicólogos han coincidido que las conductas mentirosas suelen iniciarse en los niños y que se puede prevenir si se da alguno de estos comportamientos extraños.

Origen de las mentiras. Mitomanía infantil

Las mentiras suelen estar mezcladas con alteraciones de la realidad y de la imaginación para crear una situación ficticia que evite en corto plazo un castigo potencial. En los adultos hay muchas clases de mentiras, sin embargo, en los niños se ha concluido que solo existen dos:

Cobardía: Se da cuando el niño quiere evitar un castigo que ponga en peligro su status dentro del hogar. Un niño sabe que un acto mal ejecutado con consecuencias nefastas (un tropezón en la que se rompió un plato, por ejemplo) tiene un castigo de “nada de tablet en 1 semana” o “estarás encerrado en tu cuarto toda la tarde”. La mentira por cobardía suele ser mentiras sorteadas al azar para evitar estos castigos.
Vanidad: se da cuando el niño ha crecido sin confianza en sí mismo y pretende ser alguien más que no es. Adornan la realidad para llamar la atención y a menudo exageran habilidades para ser una fuerte impresión en el núcleo familiar o de amigos.

Cómo prevenir su conducta

Muchas veces los padres no tienen ni idea de si sus hijos están mintiendo hasta que es demasiado tarde. Se puede prevenir esta conducta mediante la utilización de algunas de estas herramientas:

Importancia de la verdad: a los niños se le debe enseñar que con la verdad se abren muchas puertas a las relaciones públicas y a la confianza de las otras personas. Con la verdad se abre un abanico de oportunidades mientras que las mentiras las cierran.
Reglas y el cumplimiento: la enseñanza al niño de que es mejor afrontar las consecuencias con la frente en alto que esconderse en mentiras es la mejor forma de solucionar los problemas. Un castigo por mentir es la mejor manera de enseñarle a no mentir.
Motivos para mentir: Se debe identificar el motivo por el que miente (cobardía, vanidad o algo mas) y se debe centrarse en la solución de este aspecto.
Transmitir confianza: los padres deben transmitir confianza a sus hijos. La transmisión de confianza disminuye las posibilidades de que el niño mienta.
Recapacitación: Los padres deben dar la oportunidad a sus hijos de recapacitar sus mentiras si estos detectan que están mintiendo. Todos merecen una segunda oportunidad para recapacitar de los errores de mentir.
Reprimendas: hay que tener cierto cuidado a la hora de repartir la riña que le des. Se debe castigar de forma severa pero no injusta ni traumática. Castiga la acción y no al hijo para que pueda diferenciar que las mentiras son malas.